Pablo Iglesias, un vicepresidente atrapado en la cloaca
Todo se truncó desde el principio. Quizás un presagio. Pablo Iglesias regresó el 23 de marzo de su permiso de paternidad para intentar mantener a flote a Podemos ante la tempestad de unas nuevas elecciones. Antes de volver, tuvo que pedir perdón por el cartel que su partido ideó para anunciar su vuelta. Lo retiraron. El líder de Podemos retomó la actividad con un discurso bronco, duro, enarbolando el victimismo frente a las cloacas, ya fueran políticas, económicas y mediáticas. Un boomerang que