Egipto: mentiras, silencio y estoicismo frente al coronavirus

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Observar el vacío que ahoga las calles de España y comprobar, en cambio, que la vida sigue despreocupadamente igual en el país que te acoge produce un incómodo desasosiego.
Hace una semana, unas lluvias torrenciales con una virulencia rara vez vista por estos lares -bautizadas como ‘las tormentas del Dragón’- forzaron a los egipcios a guarecerse en casa. Las autoridades decretaron vacaciones y el país se detuvo en seco, atrincherado bajo techos tan precarios como coladores. Durante días, las i