Mordazas
España ha pasado en un suspiro de las colas del iPhone, pagado a crédito para seguir con la orgía de selfis y narcisos, a las colas del hambre, donde aguarda turno cabizbaja y resignada en el reparto de bocadillos con los que calmar el estómago, la vergüenza y el miedo a un presente que empieza a recordar en demasía a los días de penuria que nos contaron nuestros abuelos.
A quienes la incompetencia gubernamental y la indiferencia general permitieron que fueran masacrados a miles en las residen