Bajar del estrado al banquillo
En primera instancia uno es partidario de que los jueces se expresen por escrito y en sus autos y lleva mal que la probable nueva presidenta del TSJ del País Vasco sea una consumada tertuliana de los esperpentos de ETB. Por eso fue lamentable que la juez Murillo replicase con tonito a la cabeza visible del caso Bateragune, Arnaldo Otegi, aquel «ya sabía yo que no me iba a responder».
Fueron unas palabras de más. Es verdad que palabras de más han sido siempre las de Otegi, al explicar los asesin