Ivanka Trump negó el acceso a los baños de su casa a los agentes del Servicio Secreto

INTERNATIONAL

Muchos recordarán la escena. Pertenece a Criadas y señoras, el filme de Tate Taylor de 2011. A Aibileen Clark (interpretada por Viola Davis) la señora que la emplea (Bryce Dallas Howard) no le permite usar el baño de la casa por ser negra y le terminan construyendo uno muy rústico en la parte exterior de la vivienda. A los agentes del Servicio Secreto asignados a la seguridad de Ivanka Trump y su marido, Jared Kushner, les ha sucedido algo similar, según revela el diario The Washington Post. Les tocó buscarse un aseo fuera de la lujosa residencia de la hija de Trump en Washington ante la prohibición de que hicieran uso de alguno de los siete inodoros de su residencia.

Durante meses se tuvieron que buscar un lugar donde hacer sus necesidades durante las horas de trabajo, de acuerdo a vecinos y agentes de policía, las fuentes que cita el diario capitalino. Al principio recurrieron a un baño portátil, habituales en fiestas y grandes eventos. Llegaron incluso a usar el garaje de la casa del ex presidente Barack Obama, relativamente cerca de su puesto, y del vicepresidente Mike Pence, esta mucho más alejada. Finalmente optaron por alquilarse un local cercano, un estudio con aseo en el exclusivo barrio de Kalorama.

La factura desde septiembre de 2017, cuando alquilaron el apartamento, supera los 100.000 dólares hasta la fecha a razón de 3.000 dólares al mes, dinero que emana del erario público, por supuesto. De momento, tanto Trump como Kushner han negado que el gasto se haya generado por culpa del presunto desplante a los agentes del Servicio Secreto. Un portavoz de la Casa Blanca se encargó de desmentirlo.

La fuente del Post que corrobora la historia es un oficial que no quiso dar su nombre pero que asegura que los agentes se mantuvieron fuera de la casa por petición de la familia Kushner. Desde el Servicio Secreto no han querido comentar sobre la polémica por el secretismo que rodea a sus operaciones.

Lo que sí es del dominio público en el distinguido barrio es que se instaló el baño portátil junto a la residencia de la asesora del presidente Trump, un hecho que molestó a los vecinos por cuestiones estéticas y por ocupar espacio para aparcar. Dianne Bruce, que vive enfrente de la hija del republicano, dice que los Trump desembarcaron en Washington como si fueran “de la realeza”. Todo ello en una zona donde las antipatías por el presidente saliente son manifiestas Biden se llevó el Distrito de Columbia por un 93% del voto y donde no ven la hora de que lleguen los camiones de la mudanza.