La cepa británica lleva al límite a los portugueses
A mediados del mes de diciembre, alrededor del día 17, un pasajero de las decenas de vuelos que unen Londres con Lisboa viajó con un equipaje que no esperaba. En su sistema respiratorio ya se multiplicaba, a toda velocidad, la variante SARS-CoV-2 B1.1.7 para saltar a otros huéspedes gracias a los aerosoles respiratorios. No sabemos su nombre, ni si es hombre o mujer.
Tal vez haya muerto o siga vivo, pero ese «paciente cero» fue, según los expertos portugueses, no sólo el primero que trajo la cepa