Cien años de división, discordia y heridas abiertas en las dos Irlandas
Al cabo de cien años de divisiones, cien muros infranqueables separan aún a protestantes y católicos en las calles de Belfast. Los llaman “muros de la paz” cuando deberían llamarlos “muros de la violencia”: hirientes testimonios de la ciudad más segregada de Europa, donde sigue bien latente el conflicto entre unionistas y republicanos, reactivado ahora por el polémico Protocolo de Irlanda del Brexit.
Ante el muro de Lanark Way, con sus puertas metálicas y sus desafiantes alambradas, se han librad