El testimonio de la segunda ola desde un hospital italiano: “¿Qué le podemos pedir más a un médico?”
Hacía mucho que no pasaba tanto tiempo sin venir a Turín. A excepción de unas cuantas horas, no venía a la ciudad desde el pasado diciembre. La epidemia distancia a las personas, pero aleja también a los lugares que nos pertenecen. Cuando supe que el Hospital Maria Vittoria, el hospital donde mi padre ha trabajado durante 28 años y que para mí tiene la familiaridad de los lugares de la infancia, estaba al borde del colapso he decidido venir a verlo. Porque las noticias que recibía no coincidían