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Carmen Gomaro - leading international news and investigative reporter. Worked at various media outlets in Spain, Argentina and Colombia, including Diario de Cádiz, CNN+, Telemadrid and EFE.

Así frenó Taiwan al coronavirus sin la necesidad de cerrar ciudades

A 130 kilómetros de la costa de China continental hay una pequeña isla con una joven democracia que tan sólo 15 países reconocen su soberanía. Cuando el soplo de coronavirus salió de Wuhan, en el centro de China, muchos miraron a esta isla temerosos de que fuera incapaz de contener el brote si cruzaba sus fronteras. Al fin y al cabo, en el vecino de arriba, en el que impera un régimen autoritario, los cierres de ciudades y eficaces cuarentenas masivas se hacían sin que nadie rechistara. Quien no

El coronavirus ya deja más de 5.000 muertos en todo el mundo

La epidemia del nuevo coronavirus ya deja más de 5.000 muertos en todo el mundo y el número de infectados sigue creciendo, mientras los dirigentes internacionales reaccionan de diferentes maneras ante esta crisis, que obliga a millones de personas a quedarse en sus casas y cambiar radicalmente sus costumbres para evitar el contagio.

Las escuelas, los bares, los museos y otros lugares públicos cierran, las bodas, los partidos de fútbol y los espectáculos se posponen y casi nadie va ya a los funerales. Millones de personas anulan sus viajes y limitan sus desplazamientos y los países se blindan.

Con más de 134.000 personas infectadas y más de 5.040 muertes, la pandemia de la COVID-19 no conoce fronteras ni barreras sociales y afecta cada día a nuevos países y territorios. Entre los contagiados hay también ministros, actores y deportistas de élite. En palabras del presidente francés Emmanuel Macron, “es la crisis sanitaria más grave desde hace un siglo”.

En España, segundo país de Europa más afectado por la pandemia después de Italia, las autoridades pusieron en cuarentena cuatro localidades de Cataluña (noreste) y anunciaron el cierre de escuelas y universidades en todo el territorio. Este viernes, el presidente Pedro Sánchez ha decretado el estado de alarma en todo el país, donde ya hay más de 4.000 contagios y 120 fallecidos, según las autoridades.

En Italia, con 1.016 muertos y 15.113 casos, Roma se ha convertido en una ciudad fantasma. Todos los comercios, salvo los considerados esenciales, están cerrados y los habitantes están en sus casas. Las iglesias cerraron sus puertas hasta el 3 de abril.

Francia, con casi 3.000 contagios y 61 muertos, se unirá a partir del lunes a los países que decidieron cerrar todos los centros educativos. En un discurso, el presidente Emmanuel Macron anunció medidas excepcionales pero no suspendió las elecciones municipales del domingo.

Alemania, por otro lado, acumula 2.639 casos y 6 muertes. El Gobierno ha anunciado “créditos ilimitados” para ayudar a las empresas ante el impacto del coronavirus, unos días después de que la canciller alemana Angela Merkel advirtiese de que hasta el 70% de los alemanes se infectará.

En Reino Unido, con más de 590 casos confirmados y 10 víctimas mortales, el primer ministro Boris Johnson anunció ayer una nueva fase en la lucha contra el virus pero descartó medidas más drásticas pese a que el jefe científico del Gobierno, Patrick Vallance, estimó que entre 5.000 y 10.000 británicos son portadores del coronavirus.

Austria, con 8,8 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora 422 casos y este viernes ha anunciado el cierre de comercios no esenciales, la suspensión de enlaces aéreos con Francia, España y Suiza, y la cuarentena de dos localidades.

Otros países europeos, como Eslovaquia y República Checa, establecieron por su cuenta cierres de frontera y prohibición de entrada para los viajeros de ciertos países. La comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, pidió este viernes a los países europeos que las medidas que se apliquen sean “coordinadas, operativas, proporcionadas y eficaces”.

Estados Unidos contabiliza hasta este viernes 1.663 personas contagiadas con el nuevo coronavirus y 40 víctimas mortales. El estado de Washington, en la costa oeste estadounidense, es el más golpeado por la pandemia con 31 víctimas mortales, seguido por California, con cuatro muertos, y Florida, con dos.

En América Latina, países como Argentina, Chile, Colombia, Venezuela o Perú decretaron también anulaciones de vuelos, cuarentenas obligatorias y restricciones para los viajeros que provengan de Europa, China y otras zonas afectadas por la COVID-19. En la región hay oficialmente tres muertos y unos 270 contagios.

En Irán hasta ahora han fallecido 514 personas de los 11.364 casos de contagio. En el país persa, las fuerzas de seguridad recibieron este viernes la orden de desalojar las calles de todo el país en 24 horas, en un intento de frenar la propagación del nuevo coronavirus,

En China, punto cero de esta pandemia, el número de infectados se reduce. El viernes hubo tan solo ocho, la cifra más baja desde que comenzaron a publicarse estas estadísticas a mediados de enero.

La vida vuelve poco a poco a restablecerse en el país, donde reabren progresivamente empresas y lugares públicos. Pero fuera de China, su expansión continúa. El viernes hubo un primer muerto en India y un primer caso en el Este de África.

Atacan de madrugada la casa de la líder estudiantil nicaragüense Amaya Coppens

Prosigue el asedio. Paramilitares sandinistas han atacado de nuevo el hogar familiar de Amaya Coppens, la líder estudiantil excarcelada en vísperas de Año Nuevo. La fachada de su casa en Estelí (noreste de Nicaragua) ha amanecido impregnada de aceite lubricante, pese a las advertencias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “El Gobierno tiene la obligación internacional de protegerla. Está determinado en medida cautelar vigente de la CIDH. Es inaceptable tal intolerancia e intento de intimidación”, ha subrayado Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la Comisión.

“Exigimos [que] se respete la integridad física y psicológica de la toda la familia Coppens”, ha reiterado el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) desde el primer momento de la excarcelación, que sucedió por sorpresa y cuando los padres de Amaya estaban en Managua para intentar visitarla. La estudiante de Medicina fue trasladada por agentes policiales hasta la vivienda familiar.

La joven de 25 años, que dispone de doble nacionalidad belga y nicaragüense, salió a la calle gracias a la masiva liberación de presos políticos, casi un centenar, ordenada por el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El matrimonio en el poder intenta con esta medida restarle fuerza a la presión internacional e interna, que se mantiene firme pese a la brutal represión del régimen.

Amaya Coppens es recibida por una de sus amigas, en Estelí, Nicaragua.

Coppens ha permanecido al frente de la rebelión popular iniciada en abril de 2018, incluidos los casi 300 días que estuvo encarcelada en dos ocasiones diferentes. Fuerzas policiales la detuvieron en noviembre acusada de traficar con armas cuando asistía con agua a las madres en huelga de hambre dentro del templo católico de San Miguel Arcángel, en Masaya.

Pese a recobrar la libertad con medidas cautelares, paramilitares sandinistas hostigan a la joven, símbolo de la resistencia pacífica, desde el primer minuto de su regreso a su casa, incluso lanzando piedras contra la vivienda y amenazando a sus ocupantes. Sus dos hermanos, de 28 y 16 años, sufrieron una violenta paliza en Navidad cuando reclamaban la libertad de Amaya.

No se trata del único ataque contra disidentes. El periodista exiliado Winston Potosme ha denunciado a través de las redes sociales el ataque efectuado contra su familia, durante el cual los sandinistas quemaron el taller y el vehículo de su padre. El Movimiento Nacional Autoconvocado de León también ha aireado las agresiones sufridas por una familia opositora, los Alonso, a quien obligó a grabar un vídeo en favor de Daniel Ortega mediante golpes y coacciones.

Nicaragua: tercer año de rebelión contra Ortega

“Adivinen quiénes no pudieron y quiénes no podrán”. Olga Valle, de 28 años y una de las presas políticas excarceladas en Nicaragua en vísperas de Nochevieja, resumió en sólo ocho palabras el sentimiento de buena parte de la sociedad nicaragüense, dispuesta a mantener su lucha por la libertad y la democracia pese a la brutalidad del presidente Daniel Ortega y de su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Estudiantes, sacerdotes católicos, líderes campesinos, defensores de derechos humanos, ma

Conservadores y ecologistas pactan un Gobierno de coalición en Austria

El Partido Popular austríaco (ÖVP) y el ecologista y progresista Los Verdes han pactado este miércoles una coalición de Gobierno, en la que las dos formaciones afirman defenderán sus respectivas prioridades: la lucha de la inmigración legal y frenar el cambio climático.

“Me alegra informarles de que hemos logrado un acuerdo”, anunció ante los medios el jefe del ÖVP, Sebastian Kurz, que con este pacto repetirá como canciller (jefe de Gobierno).

El líder conservador explicó que los equipos negociadores aún trabajarán durante la noche para aclarar y consensuar todos los pormenores para poder presentar mañana el acuerdo de Gobierno.

Inmigración y clima

Kurz, que compareció junto al jefe de Los Verdes, Werner Kogler, reconoció que la negociación, que ha durado siete semanas, no ha sido fácil debido a que los dos partidos “son muy diferentes en sus orientaciones internas”.

Con todo, afirmó que se ha logrado un “excelente resultado” y “conciliar lo mejor de los dos mundos”.

Así, dijo que los dos partidos mantienen en el programa de Gobierno sus principales promesas electorales: frenar el cambio climático de Los Verdes, y la bajada de impuestos y la lucha contra la inmigración ilegal y el “islám político” de los populares. “Es posible bajar la carga impositiva y al mismo tiempo hacer ecológico el sistema fiscal. Es posible proteger el clima y las fronteras”, resumió.

Kogler, por su parte, insistió en que el programa de Gobierno contempla medidas para mejorar la transparencia en la política, la situación de los más desfavorecidos, luchar contra la pobreza y lograr más igualdad social. “Austria debe ser un precursor en Europa en el tema de la protección del clima”, indicó el líder ecologista.

Aunque el acuerdo debe ser confirmado este viernes y sábado por los órganos del partido, Kogler dio por hecho que el nuevo Gobierno podrá empezar a funcionar la semana que viene.

Desigual reparto de carteras

A espera de la confirmación oficial, los populares austríacos asumirían diez ministerios, algunos importantes como Interior, Exteriores, Finanzas, y Asuntos Europeos.

Defensa, también en manos del ÖVP, estará dirigido por primera vez por una mujer.

Los Verdes tendrán la vicecancillería, en la persona de Kogler, y un “superministerio” de Medio Ambiente e Infraestructuras, que abarca energía, tecnología e innovación, y con una agenda orientada a la lucha contra el cambio climático. También gestionarán Justicia y la cartera de Asuntos Sociales y Sanidad.

Más ministros que ministras

Todo apunta a que será el primer Gobierno de Austria con más ministras que ministros.

Aunque será la primera vez que los ecologistas se sienten en el Ejecutivo central, Los Verdes forman parte actualmente de los Gobiernos de cuatro de los nueve Estados federados de Austria, entre ellos Viena. En tres de ellos formas equipo con el ÖVP.

Progresista en lo social, por ejemplo en temas de inmigración o género, Los Verdes tienen una base de votantes burguesa que puede aceptar pactos con los conservadores.

En este desigual reparto de carteras, los conservadores recuperan algunas, como Exteriores, Interior o Defensa, que estuvieron controladas por el ultranacionalista FPÖ durante los 17 meses que duró su coalición ellos, y que acabó en mayo con una ruptura, una moción de censura y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Los ultras arrancaron esa cuota de poder poniendo sobre la mesa los 51 diputados que sacaron en las elecciones de octubre de 2017, once menos que el ÖVP y uno menos que el Partido Socialdemócrata.

Giro radical de Kurkz

El equilibrio de fuerzas con Los Verdes es distinto. La polémica coalición no sólo no desgastó a Kurz, sino que su partido subió en las elecciones de septiembre a 62 diputados, de un total de 183.

Pese a que Los Verdes lograron regresar a un Parlamento del que habían quedado fuera en 2017, sólo cuentan con 26 escaños.

Con este pacto, Kurz ha pasado en apenas medio años de gobernar con un partido xenófobo, eurocrítico y nacionalista, a sentarse con una formación progresista y europeísta.

De hecho, el político ha lamentado en ocasiones la ruptura de la coalición con el FPÖ, debido a un escándalo de corrupción de sus socio, y reconocido que con Los Verdes hay muchas más diferencias.

Irán y Estados Unidos cruzan amenazas

Twitter ha dado pie a algo inédito en cuatro décadas: los líderes de EEUU e Irán interpelándose. O lo más parecido a ello. Donald Trump dedicó unos segundos de su celebración de Nochevieja a culpar a Teherán de la tensión en Bagdad. “Irán será plenamente responsable de las vidas perdidas, o del daño incurrido, en cualquiera de nuestras instalaciones. ¡Pagará un GRAN PRECIO! No es una Advertencia, es una Amenaza. ¡Feliz Año Nuevo!”, tuiteó Trump.

Y aunque el inquilino de la Casa Blanca matizó horas después que no quería una guerra con Irán -“¿La quiero? No. Quiero tener paz. Me gusta la paz. E Irán debería querer tener paz más que nadie. Así que no vislumbro algo así”-, Trump agitó lo suficiente las aguas para que el Líder Supremo iraní, Ali Jamenei, retuiteara la amenaza del norteamericano recurriendo a una vieja cita de su predecesor Ruholá Jomeini: “América no puede hacer un carajo”.

“Si fueseis lógicos, que no lo sois, veríais que vuestros crímenes en Irak, Afganistán… han hecho que las naciones os odien”, apostilló Jamenei en Twitter, una red social prohibida en Irán pero empleada por la mayoría de sus dirigentes. Luego matizó: “Jamás llevaremos el país a una guerra, pero si otros tratan de imponernos algo así, plantaremos cara con plena fuerza”.

Quien tiene la última palabra en Irán fue tajante sobre el rol de la Kataib Hizbulá, la milicia supuestamente patrocinada por Irán, pero integrada bajo mando gubernamental iraquí en las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), en el centro del último encontronazo entre ambos países. Teherán rechaza su rol en el bombardeo con proyectiles sobre la base estadounidense de Kirkuk, que EEUU replicó matando al menos a 25 milicianos del grupo en cinco bases de Irak y Siria. “El ataque de EEUU a las Fuerzas de Movilización Popular fue, de hecho, una venganza por [derrotar] al IS, porque las fuerzas que invalidaron al Daesh fueron las FMP”, sentenció Ali Jamenei, en declaraciones recogidas por la agencia iraní Tasnim, recordando el papel crucial que tuvieron sus combatientes en la lucha contra el IS o Daesh. “El Gobierno iraní, la nación y yo condenamos fuertemente este crimen de EEUU y su ataque contra las Fuerzas de Movilización Popular”.

De las palabras del Líder Supremo iraní se desprende el intrincado juego de alianzas que se ha tejido en Irak durante los últimos años. Teherán halló su oportunidad de oro para influir en el país, de mayoría chií, después de que EEUU derrocara en 2003 a Sadam Husein, el mayor enemigo de los iraníes. A lo largo del tiempo, según los analistas, Irán ha cimentado su posición y hecho valer su criterio apoyando a una serie de milicias y líderes influyentes, como el clérigo Al Sadr.

La irrupción del Estado Islámico en 2014 conllevó una paradoja: fuerzas apoyadas directamente por Irán, dentro de las FMP, compartieron objetivo para acabar con el califato del muerto Abu Bakr al Bagdadi. Pero en 2017, tras el fin del IS, y al hilo de la decisión de EEUU de retirarse del pacto atómico y de reimponer sanciones, las FMP han pasado a apostarse en primera línea de defensa: ni Irán ni EEUU quieren una guerra, pero nadie ha dicho nada de hostilidades en un país extranjero.

Fin del asedio a la embajada de EEUU en Bagdad

Sobre el terreno iraquí y tras la jornada de asedio a la embajada estadounidense en Bagdad, la tensión ha contiuado el primer día del año. A mediodía las milicias chiíes instaron a sus partidarios a retirarse de las proximidades del complejo de la embajada de EEUU.

En un comunicado, las FMP rogaron a los suyos que iniciaran la retirada “en señal de respeto a la decisión del Gobierno iraquí” y después de que “el mensaje haya sido escuchado”. El primer ministro en funciones, Adel Abdel Mahdi, había solicitado previamente a los manifestantes que abandonaran las proximidades del recinto. “Le pedimos a todos que dejen de inmediato estos lugares.

Cualquier agresión u hostigamiento a embajadas o representantes extranjeros es un acto prohibido tajantemente por las fuerzas de seguridad y será castigado por ley con las penas más severas”, advirtió el premier, que dimitió hace un mes y permanece a la espera de que el Parlamento designe a su sucesor.

A primera hora se había vuelto a registrar el lanzamiento de gases lacrimógenos desde el interior de la embajada, ubicada en la protegida Zona Verde de Bagdad. Algunos de los partidarios de las milicias chiíes, que la víspera habían logrado acceder al área con imágenes de los caídos sin encontrarse ninguna resistencia de las fuerzas de seguridad, habían acampado en los aledaños, empuñando banderas de las milicias y entonando cánticos contra la presencia estadounidense en el país.

La consigna era permanecer hasta que el Parlamento y el Ejecutivo accedieran a su demanda de revisar el acuerdo con EEUU y reducir el despliegue de tropas en el país, situado en torno a los 5.000 efectivos.