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Leonie Lopez - is a digital journalist and health expert in Madrid.

Más de 30 detenidos en la cuarta noche de disturbios en Países Bajos

Al menos 33 personas fueron detenidas en reyertas en la ciudad neerlandesa de Róterdam durante la cuarta noche de disturbios entre agentes y grupos de jóvenes que convocaron protestas contra el toque de queda, aunque la policía subrayó que la calma protagonizó la noche de este martes en gran parte de Países Bajos.

No hay cifras de detenidos en protestas en otras ciudades, aunque sólo en Róterdam, los agentes arrestaron a 33 personas por diferentes delitos durante las dos primeras horas del toque de queda, que empezó a las 21.00h, como la comisión de actos vandálicos, la convocatoria de protestas en horario de toque de queda o por negarse a mostrar un documento de identidad a las autoridades.

En la región de Ámsterdam también se registraron varias horas de tensiones, con grupos de jóvenes que se dieron cita para lanzar fuegos artificiales e iniciar disturbios con la policía, pero al final las autoridades lograron hacerse con el control de la situación y multaron a varios por violar el toque de queda, aunque no queda claro si también hay detenidos.

MÁS CALMA

Según Willem Woelers, oficial de la Policía Nacional, se ha visto “un panorama realmente diferente al de ayer, aunque en varias ciudades hay jóvenes en la calle en grupos, unos más grandes y otros más pequeños, y también vemos a hinchas de fútbol”, pero señaló que “no ha habido ninguna razón para el despliegue de los antidisturbios ni otras unidades especiales, como sí ocurrió ayer”.

Los agentes están “relativamente satisfechos con esto” y el “ambiente es más calmado”, aunque reconocen que “aún queda gente en las calles y es pronto para hacer un balance final porque todavía se ve que aún circulan en las redes sociales todo tipo de mensajes”.

TODOS PREPARADOS

Los municipios se habían preparado para otra noche de disturbios, por lo que habían tomado medidas administrativas, como la declaración de una emergencia municipal para poder sacar a la calle a los antidisturbios si es necesario, controlar todas las vías de acceso y detener a los participantes.

Los propietarios de los negocios también apostaron por medidas prácticas para adelantarse a los alborotadores, y levantaron bloques de madera para proteger puertas y ventana y evitar así saqueos de sus tiendas, mientras que las escuelas y guarderías que atienden a hijos de profesionales vitales -están cerradas para el resto- enviaron a los niños a casa antes de lo habitual.

La Fiscalía y la Policía solicitaron a los padres que vigilen a sus hijos y los mantengan en casa a lo largo de la tarde, después de que las imágenes de las cámaras de seguridad mostraran que algunos de los participantes en los disturbios eran adolescentes.

“Sepa dónde está su hijo y hable con él, si su hijo comete delitos, es probable que se le registren antecedentes penales. Las consecuencias de eso son enormes”, alertó la fiscal jefe de Brabante, Heleen Rutgers.

Desde el pasado sábado, cuando entró en vigor el toque de queda, los agentes han detenido a más de 500 personas y han impuesto miles de multas, aunque también hubo varios policías heridos por los choques contra los participantes en las protestas, que incluyeron quema de contenedores, saqueos y ataques al mobiliario público en unos disturbios que han asombrado a Países Bajos.

Empresarios y vecinos se movilizaron cada mañana para limpiar los destrozos provocados por la noche por los jóvenes que habían participado en las protestas, mientras los hinchas de fútbol en Maastricht y Den Bosch salieron a las calles esta noche al comienzo del toque de queda para proteger sus ciudades contra esos grupos.

Angela Merkel critica la falta de transparencia de China en la pandemia y la debilidad de la cadena global de suministros

La canciller Angela Merkel criticó hoy la falta de transparencia de China en los primeros momentos de la pandemia de coronavirus, el multilateralismo mal entendido y la debilidad mostrada por la cadena global de suministros en lo que denominó la “catástrofe más importante del siglo”.

“La pandemia ha dejado muchas lecciones. Ha puesto de manifiesto la debilidades y puntos fuertes de nuestras sociedades y a nivel global”, afirmó Merkel en una intervención telemática en el foro económico de Davos , que por primera vez y debido a la pandemia se celebra de forma virtual.

La canciller señaló que la pandemia ha puesto de manifiesto hasta qué punto el mundo esta interconectado y es necesario actuar de forma multilateral, pero puntualizó que “multilateralismo no significa trabajar juntos sino hacerlo con transparencia, y eso no sucedió con China y la Organización Mundial de la Salud”, dijo Merkel. Renglón seguido expresó su satisfacción en que un equipo de científicos haya podido viajar ahora a Wuhan, donde supuestamente se originó la pandemia.

No fue el único dardo que Merkel lanzó al gigante asiático, cuyo presidente, participó la víspera en Davos para exponer, entre otras ideas, su visión del multilateralismo. “No estoy del todo de acuerdo con la visión del presidente Xi Jinping. No comparto su modelo social y creo que hay que separar lo que puede considerarse inferencia de las actuaciones que pueden dañar a los demás, tanto fuera como dentro sus fronteras. Porque cuando un país firma la Carta de Naciones Unidas lo hace la sociedad y en una sociedad viven personas”, subrayó Merkel en una defensa a los derechos individuales.

La canciller afirmó que la pandemia ha sacado a relucir los fallos del sistema multilateral y las cadenas de suministros. “Hay que fortalecer y estabilizar esas cadenas, ahora demasiado lineales. Cuando un eslabón falla, falla el resto y aquí caben dos opciones. O lo solucionamos o nos hacemos todos menos dependientes, es decir volvemos al proteccionismo”.

Merkel abogó por lo primero y, aunque sin entrar en los detalles, se refirió “a los errores” que Alemania cometió al inicio de la pandemia, pero después corrigió uniendo sus fuerzas al resto de los países de la Unión Europea.

“Juntos somos más fuertes, podemos negociar mejor y hacer valer mejor nuestros intereses”, declaró la canciller, pese a lo cual se mostró contraria a un multilateralismo de bloques.

Saludó en ese contexto el retorno de Estados Unidos con el presidente Joe Biden al tablero internacional, a la OMS, al Acuerdo Climático de París y, para, llevar a cabo la reforma aún pendiente de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Merkel y Biden mantuvieron una conversación telefónica, la primera desde que éste fue confirmado en la Presidencia, que la canciller aprovechó para invitarle a visitar Alemania en cuanto lo permita la pandemia. Portavoces del Ejecutivo informaron de que en esa llamada ambos coincidieron en la importancia de aunar esfuerzos a nivel internacional para combatir el Covid-19 y en retomar y profundizar las relaciones transatlánticas.

En su intervención por videoconferencia en Davos y ya en clave nacional, Merkel reveló que la lección que extrae Alemania de la pandemia sabe agridulce. “Alemania tiene puntos fuertes, pero también ha salido a relucir debilidades que hay que corregir”, afirmó

Enumeró como puntos fuertes la pertenencia de país a UE, su sistema federal, unas finanzas sólidas que le permiten paliar las consecuencias del parón económico en las empresas y sus trabajadores, además de una política de investigación y desarrollo a la que en estos momentos se destine el 3,5% del PIB. La mayor debilidad, a su juicio, es la falta a digitalización de la sociedad, en las administraciones y en los colegios. Y, como en la UE, el exceso de burocracia y lentitud con la que se llevan a cabo todos los procesos.

El multimillonario magnate mexicano Carlos Slim, contagiado de Covid

El empresario mexicano Carlos Slim, que el próximo jueves cumplirá 81 años, padece Covid-19 con “síntomas menores” desde más de una hace una semana, informó este lunes su hijo, Carlos Slim Domit.

“Les comento que mi papá de manera preventiva asistió al Instituto Nacional de Nutrición para análisis clínicos, monitoreo y tratamiento oportuno, está muy bien y ha tenido una evolución muy favorable al Covid a más de una semana de síntomas menores”, escribió en Twitter el heredero del empresario.

Carlos Slim, nacido en Ciudad de México en 1940, es el hombre más rico de México con una fortuna estimada en 52.000 millones de dólares. La Fundación Carlos Slim firmó en agosto pasado un convenio para contribuir a la producción entre Argentina y México de la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca, que gracias a su donación será distribuida por toda Latinoamérica.

El acuerdo con la farmacéutica contempla una provisión inicial de 150 millones de dosis en la región latinoamericana, excluyendo Brasil, país cubierto por el acuerdo de AstraZeneca con el Gobierno brasileño. México ya está envasando estas vacunas, pese a que todavía no han llegado al mercado.

En privado, el magnate Carlos Slim es conocido por su sencillez y austeridad, y en público, por su buen olfato para los negocios, que le ha llevado a sus 80 años a amasar más de 52.000 millones de dólares, según el listado de las mayores fortunas del mundo de la revista Forbes del 2020.

Slim llegó a encabezar esa lista entre 2010 y 2012 y actualmente ocupa la posición 12 a nivel mundial, si bien se vio afectado en los últimos años por el a veces irregular desempeño de la operadora de telefonía móvil América Móvil, que no obstante sigue siendo la mayor firma de telecomunicaciones de América Latina.

Slim tiene también el Grupo Financiero Inbursa, que opera un banco, una casa de bolsa, una administradora de fondos de retiro y una aseguradora, entre otras filiales. Mantiene el control de sus empresas principalmente a través del Grupo Carso, uno de los conglomerados más importantes de México, que incluyen entre otros al Grupo Condumex (de construcción), la compañía Carso Infraestructura y Construcción, Carso Energy (dedicada a gasoductos y energías no renovables) o Grupo Sanborns (cadena de cafeterías y establecimientos comercial).

A través de Inversora Carso, Slim se convirtió en 2016 en el principal accionista de la constructora española FCC. Slim es socio mayoritario de equipos de fútbol, entre ellos del Real Oviedo, de España y sostiene el proyecto escudería Telmex del que salió el piloto mexicano de F1, Sergio Pérez, a quien ha apoyado durante toda su carrera.

En ese país tiene además participación en La Caixa, donde entró en el accionariado en 2011 tras comprar una participación en Criteria antes de convertirse en Caixabank.

Tensión y choques entre policías y ultraortodoxos debido al confinamiento

La pandemia ha tensado de forma significativa la sensible relación entre el sector ultraortodoxo (jaredí) y el resto de Israel elevando también preguntas sobre su autonomía frente al Estado tras años de gradual e intensa integración social, académica y laboral. En los últimos días, policías y ultraortodoxos han protagonizado duros choques en torno a las restricciones del tercer confinamiento ordenado hace varias semanas para contener un virus que ha provocado 4.419 muertos desde el pasado mes de marzo.

Los disturbios, que han tenido un balance de varios detenidos y heridos, se centran en enclaves con mayoría ultraortodoxa como las ciudades de Bnei Brak y Beit Shemesh y el barrio deMea Shearim en Jerusalén. Los ultraortodoxos, que denuncian “violencia policial”, son acusados de no respetar el cierre decretado lo que contribuye a aumentar el número de contagios diarios retrasando así la vuelta a la normalidad. Los datos reflejan que es el sector con más contagios en un país que por otro lado sigue su campaña de vacunación a un ritmo espectacular con 42 vacunas por cada 100 personas.

La raíz de los enfrentamientos radica en el hecho que al menos el 15% de la comunidad ultraortodoxa sigue abriendo sus centros de estudios y escuelas, mientras que en el resto del país el sistema educativo funciona solo a distancia. El encuentro entre jaredíes y agentes que acuden a una academia religiosa para ordenar su cierre o una boda para dispersar el evento con decenas de asistentes, suele ser tenso. En un episodio de este tipo en Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, un policía se sintió amenazado y disparó al aire.

El ataque más grave se produjo este domingo por la noche cuando un autobús fue apedreado por vándalos en Bnei Brak. El conductor Eyal Tsipori y los cinco pasajeros lograron salir del violento evento sin heridas pero con un recuerdo traumático. “Cuando rompieron las ventanas, tuve miedo por nuestras vidas. Llamé a la policía que tardó muchísimo en llegar”, cuenta Tsipori que, con ayuda de varios paramédicos, abandonó el autobús. Posteriormente, el vehículo fue quemado.

Este acto de violencia fue criticado por los principales líderes políticos y religiosos ultraortodoxos. “Los agresores no tienen nada que ver con nuestra comunidad sino que son gamberros peligrosos y marginales que ensucian nuestra imagen e incluso nos agreden a nosotros. Ojalá la policía les detengan”, afirma el periodista ultraortodoxo Ishai Cohen que recalca que la inmensa mayoría de su comunidad (12% de los 9,3 millones de habitantes israelíes), respeta el confinamiento.

Los choques más violentos fueron protagonizados por los más radicales entre los ultraortodoxos que, con o sin la amenaza del coronavirus, se oponen al Estado de Israel. Se trata de facciones religiosas antisionistas que suelen increpar también a ultraortodoxos que deciden realizar el servicio militar en lugar de dedicarse de forma exclusiva al estudio de la Torá.

Las imágenes de los disturbios y el caos en algunas calles así como la apertura de algunos centros educativos religiosos en pleno confinamiento elevan la tensión en la clase política que ya de por si se encuentra en estado de efervescencia de cara a las elecciones del próximo 23 de marzo. Los diputados de los dos partidos ultraortodoxos -Shas y Judaísmo de la Torá- con presencia en la coalición de Gobierno critican a los que incumplen las restricciones pero denuncian excesos policiales en determinados casos y los ataques “llenos de odio” de otros partidos y medios de comunicación.

“La policía no tolerará provocaciones y desórdenes en cualquier lugar ya sea del sector jaredí o laico, árabe o judío. La inmensa mayoría de ciudadanos comparten esfuerzos en la lucha contra el virus”, ha afirmado el primer ministro Benjamin Netanyahu. Pero la oposición y varios diarios le acusan de “cobardía” y “no hacer nada” para garantizar la disciplina del sector jaredí en el confinamiento (por ejemplo retrasando la aprobación del aumento de multas en el Parlamento) ya que su futuro político depende del apoyo de sus diputados. Sobre todo ahora que la derecha, aunque ha aumentado según los sondeos, está más dividida que nunca.

Un hospital de Berlín se pone en cuarentena al detectar la cepa británica de Covid-19

La detección de la cepa británica del Covid-19 en un hospital de Berlín ha obligado a las autoridades sanitarias a decretar su completa cuarentena. En la Clínica Humbolt, situada en el distrito de Reinickendorf, hay en estos momentos ingresados en 400 pacientes.

La variante B.1.1.7 se detectó el viernes durante análisis rutinarios en la unidad de medicina interna y cardiología en 14 pacientes y seis empleados. A esos 20 positivos se han sumado entre tanto otros 30, según el centro, el primero de la capital que ha ponerse en cuarentena y en relación con la mutación del virus detectada en el Reino Unido, de la que se sabe que es más infecciosa.

Mischa Moriceau, portavoz del grupo de hospitales Vivantes, al que pertenece la clínica Humbolt, no se explica el brote, dado que todos los pacientes en todas las clínicas del grupo se someten a un test a su ingreso y luego se les realiza dos PCR a la semana.

Para determinar la importancia de ese foco, la clínica está realizando pruebas PCR a todos los pacientes y empleados, razón por la cual y hasta nuevo aviso no aceptará más pacientes y tampoco en urgencias.

“Con el fin de evitar una propagación de la variante del virus B.1.1.7, la Clínica Humboldt Vivantes ya no acepta nuevos pacientes. Nos centramos en los pacientes actualmente ingresados. Por favor, en casos de urgencia o de parto diríjanse a los servicios de los hospitales más cercanos”, puede leerse en la página del centro en internet.

Los 1.700 empleados del hospital, entre los que se encuentran 250 médicos y 500 enfermeros, también están bajo cuarentena, aunque se les permite ir a dormir a su domicilio, aunque con la prohibición de detenerse en algún lugar. Ante la posibilidad de que no todos los empleados cuenten con vehículo propio, el Vivantes cerró este domingo un acuerdo con la empresa de transporte público de Berlín para que proporcione un servicio alternativo y reservado al personal de la clínica afectada.

Según Helge Braun, ministro de la Cancillería y mano derecha de Angela Merkel, la variante de coronavirus descubierta en el Reino Unido será la dominante en Alemania. “Ya estamos lidiando con esa variante en varios hospitales”, afirmó Braun en un debate político en la primera cadena de televisión pública. El ministro está convencido de que esa mutación “podría crear muchos problemas”, de ahí la necesidad reducir la incidencia del Covid-19 en general y de frenar la B.1.1.7 en particular.

Los datos epidemiológicos en Alemania han mejorado desde la semana pasada, pero siguen siendo elevados. El Instituto Robert Koch (RKI) de virología, comunicaron este lunes 6.729 nuevos contagios y 217 muertes con o por covid-19 . La incidencia acumulada en siete días se sitúa en 111,2 casos por cada 100.000 habitantes.

Berlín ve correlación entre el aumento de los contagios y los feudos de la ultraderecha

El comisionado del Gobierno alemán para asuntos del este del país, Marco Wanderwitz, vinculó este lunes el aumento de los contagios de coronavirus en el territorio de la extinta RDA con el alto número de votantes que tiene la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) en algunas zonas. Wanderwitz también ve responsabilidad de otros negacionistas, bien provenientes de ambientes esotéricos o de grupos de ultraderecha como los llamados Reichbürger (Ciudadanos del Imperio) que niegan la legitimidad de la República Federal de Alemania. “Quien rechaza las medidas de contención de la pandemia, como los seguidores de AfD, los Reichbürger y los esotéricos, a la larga contribuye a la difusión del virus” dijo este lunes Wanderwitz a los diarios del grupo RND.

Wanderwitz dice que se trata de un fenómeno que va más allá de lo estrictamente partidista y que en algunas regiones de la extinta RDA está creciendo una tendencia a negar la realidad similar a la que se dio en EEUU durante la campaña electoral de 2016 que terminó con la elección de Donald Trump. Ya en otras ocasiones Wanderwitz había establecido una posible relación entre AfD y la difusión del coronavirus. “Naturalmente nadie se contagia de coronavirus por votar por AfD. Pero se trata de un partido que niega el coronavirus e insta a no respetar las reglas de higiene. Eso lleva a que allí donde hay muchos simpatizantes de AfD haya también muchos contagios”, dijo.

El diario Der Tagesspiegel de Berlín había publicado en días pasados un mapa del estado federado de Sajonia en el que se mostraba una coincidencia entre regiones con alto número de votantes de AfD y alto número de contagios de coronavirus. El director del Instituto de Estudios sobre la Democracia y la Sociedad Civil de Jena, Mathias Quent, ha analizado los datos no sólo de Sajonia sino de toda Alemania y ha constatado una correlación entre el poderío de AfD y la difusión del virus que calificó de “sorprendentemente clara”, en declaraciones a la emisora Deutschlandradio. No obstante, Quent advierte que está probada una relación de causalidad y que puede haber otros factores que desempeñen un papel importante como la estructura de la población o la situación del sistema sanitario.

NEGACIONISMO EN VOTANTES DE AFD

Otros estudios muestran que parte de los seguidores de AfD niegan la pandemia. Según una encuesta realizada por encargo de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) -cercana a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel- un 24% de los seguidores de AfD consideran correcta la afirmación según la cual la pandemia “es una conspiración para dominar a la gente”. Un 41% de los simpatizantes de AfD califican la afirmación de “probable”.

Un estudio de la Fundación Heinrich Böll, cercana a Los Verdes, se centró en el trato que ha dado el grupo parlamentario de AfD en Baden-Württenberg (suroeste de Alemania) a las teorías de la conspiración en la relación con la pandemia. Mientras que durante la primera ola del coronavirus, en primavera, las teorías de la conspiración tuvieron un papel secundario éstas se han vuelto importantes para AfD a partir del otoño. La AfD surgió como partido euroescéptico durante la crisis del euro. Luego tuvo un auge con la xenofobia como principal tema durante la crisis de los refugiados y ahora ha descubierto el rechazo a las medidas contra la pandemia como principal tema electoral.

Francia se plantea un tercer confinamiento para frenar las nuevas variantes del coronavirus

El Gobierno de Emmanuel Macron aún no ha decidido si Francia pasará a un tercer bloqueo para frenar la epidemia de coronavirus y, en particular, la circulación de las nuevas variantes del virus, dijo este lunes el ministro francés de Asuntos Europeos, Clement Beaune. “Aún no se ha decidido nada. Hay escenarios (sobre la mesa) pero aún no se ha tomado una decisión”, dijo Beaune a Radio Classique cuando se le preguntó si se podría anunciar un cierre esta semana.

Francia probablemente necesite pasar a un tercer confinamiento, quizás de cara a las vacaciones escolares de febrero, debido a la circulación de las nuevas variantes, dijo ayer el principal asesor médico del Gobierno, Jean-Francois Delfraissy.

La situación del coronavirus en Francia es preocupante, ha advertido este lunes en radio France Inter el jefe del regulador de salud de la Haute Autorite de Sante (HAS), Dominique Le Guludec, quien sin embargo agregó que es consciente de los perjuicios económicos que conllevan el bloqueo, informó Reuters.

Francia registra el séptimo mayor número de fallecidos por Covid del mundo, con más de 73.000 muertes. “Es un momento preocupante. Estamos viendo las cifras, día a día. Necesitamos tomar medidas con bastante rapidez, pero al mismo tiempo no demasiado apresuradamente”, advirtió Le Guludec.

El país se encuentra actualmente en toque de queda a nivel nacional de 18:00 a 6:00, en un intento por frenar la propagación del virus, pero el número promedio de nuevas infecciones ha aumentado de 18.000 por día a más de 20.000.

Los contagios en el país desde el inicio de la epidemia en marzo suman ya 3.053.617, según cifras de las autoridades sanitarias. Con 11.155 nuevos ingresos en hospitales en la última semana, las hospitalizaciones siguen en aumento y superan ya las 26.000 en todo el país, con 2.955 pacientes en las UCI. La tasa de positividad se sitúa en el 7,1% de los test. Desde el inicio de la campaña, el 27 de diciembre, han sido vacunadas 1.026.871 personas en Francia, que superó el millón este sábado.

Frente a ese escenario, resta por saber qué tipo de confinamiento decidirá el Gobierno si finalmente lo decreta, más duro, como el de marzo pasado, o más flexible, como el de noviembre, con escuelas abiertas, informo Efe. Los empresarios ya han apostado por este segundo formato con la posibilidad de abrir comercios, como indicó en la televisión BFMTV el presidente de la principal patronal MEDF, Geoffroy Roux de Bézieux, que alertó de que muchos sectores están “en situación agónica”. Frente a las declaraciones de varios miembros del Gobierno que aseguran que las ayudas estatales no podrán seguir al ritmo actual, Roux de Bézieux pidió que se mantengan para los sectores más afectados.

La década perdida de Egipto: de las revueltas a la contrarrevolución más brutal

El 25 de enero de 2011 un régimen enfermo y corrupto se encontró en la calle con lo inesperado: decenas de marchas, procedentes de todos los rincones de la megalópolis cairota, enfilaron el camino hacia la plaza de Tahrir. Por primera vez en años el número de manifestantes superó al dispositivo policial. El primero de los muros cedió aquel mismo día. La ira dormida hizo combustión en un cruce de caminos que durante los 18 días siguientes fue el centro del mundo.

Hosni Mubarak, un dictador octogenario y terco, fue obligado a abandonar el trono pero -enredada en jornadas de violencia, traiciones políticas y rifirrafes entre militares e islamistas y sus respectivas jerarquías- la transición democrática terminó descarrilando. “Ha sido una década muy dura”, reconoce a EL MUNDO.es Zahra Said desde el exilio. Su hermano, Jaled Said, es aún el símbolo de una primavera truncada salvajemente. Jaled agonizó meses antes de las revueltas, linchado hasta la muerte por dos agentes en la mediterránea Alejandría. Su rostro desfigurado por la brutalidad policial fue el aldabonazo que colmó la paciencia de muchos compatriotas. “Si estuviera vivo hoy, Jaled diría lo mismo que entonces. Él habría pensado que este Gobierno actual es extremadamente corrupto”, desliza Zahra, afincada en Estados Unidos.

Egipto alcanza la efemérides sin nada que celebrar más allá del hito de haber derribado a un autócrata tras tres décadas en palacio y haber frustrado la sucesión en su hijo Gamal. La fugaz presidencia del islamista Mohamed Mursi acabó abruptamente en 2013 en un golpe de Estado que alumbró la dictadura del mariscal de campo Abdelfatah al Sisi. “Aquella fue una revolución contra el despotismo, las injusticias sociales y la corrupción y todas esas enfermedades siguen hoy extendidas por el país”, señala Hasan Nafaa, profesor de ciencias políticas de la Universidad de El Cairo, excarcelado el pasado año tras meses entre rejas por sus dardos contra Al Sisi y la élite militar. “El régimen actual es incapaz de resolver los problemas de la gente. El 60% de la población está bajo el umbral de la pobreza. El aparato de seguridad controla por completo los medios de comunicación. No existe oposición política ni división de poderes. Las elecciones son una farsa porque la intervención del aparato de seguridad es tan intensa que hasta escogen a los aspirantes. Ni siquiera hubo candidatos reales contra Al Sisi en las presidenciales”, desgrana Nafaa, que meses antes del levantamiento de 2011 fundó la Asociación Nacional para el Cambio junto al premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei.

Todos los sueños que abrieron el mutis de Mubarak se han desvanecido por completo. El Baradei, que llegó a ser vicepresidente del país tras la asonada, huyó despavorido un mes después de su designación tras el sangriento desalojo gubernamental de las acampadas islamistas, que segó un millar de vidas. Las violaciones de derechos humanos, desde las pruebas de virginidad a activistas hasta las desapariciones forzadas y las draconianas condiciones de las cárceles, gozan de absoluta impunidad. Los episodios más oscuros de la historia reciente del país, ocurridos durante esta década, están huérfanos de rendición de cuentas. La cúpula militar ha blindado por ley cualquier escrutinio público a sus intervenciones y la generación que protagonizó el clamor se halla hoy dividida entre la cárcel -víctimas de abultadas condenas por su participación política y pacífica-, el exilio interior y el destierro.

“Egipto es hoy una prisión al aire libre. El régimen siguió una metodología muy precisa: probó primero todas las herramientas de represión a su alcance con los islamistas. Cuando no llegó la condena internacional, se sintió envalentonado para usarlas contra otros miembros de la sociedad, desde activistas hasta periodistas y opositores liberales, e incluso contra quienes una vez fueron parte del régimen”, relata Mohamed Sultan, un activista de derechos humanos que fue condenado a cadena perpetua en Egipto y logró la deportación tras 16 meses en huelga de hambre.

Tragedia y esperanza

Con un estamento militar que ha expandido su emporio económico a golpe de megaproyectos, la competencia política ha sido purgado de la escena pública. Más de 60.000 disidentes se hallan en las prisiones mientras miles han desfilado por tribunales castrenses. “Queríamos establecer una democracia y disfrutar de libertad y dignidad. El eslogan de la revolución fue ‘pan, libertad y justicia social’ pero no hemos logrado nada. Ni siquiera hay libertad para participar en política”, replica Basem Kamel, vicepresidente del Partido Socialdemócrata, una formación que batalla en los márgenes frente a los partidos creados y financiados por el “establishment”. “Algunos de nuestros miembros están entre rejas porque representan las aspiraciones de la revolución. No existe ninguna prueba de que la situación vaya a cambiar pronto”, lamenta.

A juicio de Michele Dunne, politóloga estadounidense del centro Carnegie, “Egipto está hoy sumido en una forma de autoritarismo más dura y militarizada que antes del alzamiento de 2011”. “La principal razón del fracaso del intento de transición democrática fue la incapacidad de las fuerzas políticas y sociales para unirse en torno a un amplio programa de cambio. Sabían contra qué estaban, el estancamiento del gobierno de Mubarak, pero no habían trabajado en lo que coincidían. Existía tan poca confianza entre los partidos políticos que la cúpula militar pudo dividir y vencer”, detalla Dunne.

La electricidad que aquel enero atravesó Tahrir, transfigurado en un insólito ejercicio de reunión entre sectores sociales y políticos de Egipto que jamás habían coincidido, se extinguió en una amarga década de disputas y tragedias personales y colectivas, al ritmo de un nuevo caudillo que aprendió todas las lecciones de la primavera sepultando las libertades en nombre de la moral pública o la seguridad nacional. “La gente sigue muriendo, es encarcelada o tiene que abandonar el país por el régimen. Yo siento que el sistema es incluso peor que antes. Dedicaré el 25 de enero a rezar por cada vida que perdimos durante la revolución. Mantengo la esperanza de que los derechos de las personas que fueron brutalmente asesinadas e injustamente encarceladas sean resarcidos. El futuro puede ser brillante si hacemos justicia por todos los que fueron agraviados y murieron”, murmura Zahra, la hermana del primer mártir de la revolución.

La Fiscalía abre una investigación al ministro de Salud brasileño por el colapso sanitario en Manaos

La Procuraduría General de la República de Brasil, equivalente en España a la Fiscalía general, solicitó este sábado a la Corte Suprema que abra un proceso para investigar al ministro de Salud, Eduardo Pazuello, por su posible responsabilidad en el colapso sanitario que vive la ciudad amazónica de Manaos frente a la pandemia por Covid.

La petición al Supremo Tribunal Federal fue hecha por el procurador general, Augusto Aras, que consideró procedentes las denuncias presentadas por diferentes partidos políticos contra Pazuello por su presunta omisión en el combate al coronavirus en la mayor ciudad de la Amazonía brasileña. Según las denuncias de partidos de oposición, Pazuello tuvo conocimiento con varios días de anticipación de que el sistema sanitario de Manaos entraría en total colapso por la falta de camas para atender a los pacientes con Covid y de oxígeno para los enfermos conectados a respiradores mecánicos, y no adoptó ninguna medida pare evitar el agravamiento de la situación. “Atento a la situación calamitosa de Manaos, el procurador general consideró necesaria la apertura de un proceso para investigar los hechos”, indicó la Procuraduría en un comunicado en el que informó sobre la petición a la máxima corte.

Según la nota, la petición fue hecha después de que el propio procurador escuchara las explicaciones de Pazuello y las considerara insuficientes. El ministro admitió en un informe enviado a la Procuraduría que la empresa White Martins, responsable del abastecimiento de oxígeno hospitalario en el estado de Amazonas, alertó al Ministerio de Salud el 8 de enero de que se había quedado sin capacidad para atender la elevada demanda por el vital insumo. Ello era debido a que el consumo de oxígeno en los hospitales de este estado creció desde un promedio de 15.000 metros cúbicos diarios a finales del año pasado hasta 76.000 metros cúbicos diarios a mediados de enero, y White Martins tan sólo tiene capacidad para producir 28.200 metros cúbicos por día.

Pese a esa alerta, el Ministerio de Salud sólo puso en marcha el 12 de enero una operación para enviar oxígeno a Manaos en aviones militares, pero en un volumen insuficiente para evitar el colapso que se produjo a partir del 14 de enero, cuando parte de los enfermos conectados a respiradores mecánicos se quedó sin el elemento y comenzó a morir por asfixia. “Considerando que por sus posibles acciones intempestivas, el acusado, que tenía el deber legal y la posibilidad de actuar para mitigar los resultados, puede haber incurrido en una omisión por la que puede ser responsabilizado en las esferas civil, administrativa y criminal, se hace necesario una profundización de la investigación”, afirmó el procurador en su petición.

En la solicitud, Aras pidió que la Corte Suprema convoque inicialmente al ministro para un interrogatorio y que envíe la denuncia a la Policía Federal para que ésta adopte las medidas de investigación que considere necesarias. El colapso sanitario en Manaos, que elevó significativamente las muertes por Covid, obligó al Gobierno brasileño a montar una operación para trasladar a decenas de pacientes con coronavirus a otras ciudades y transportar oxígeno en al menos cuatro vuelos diarios de aviones militares.

Pese a ser uno de los estados de menor densidad de población de Brasil, Amazonas acumula hasta ahora 7.051 muertes y 248.561 contagios por Covid y enfrenta desde diciembre una segunda ola de la pandemia mucho más virulenta y letal. Como consecuencia del aumento de las muertes por Covid, el número de entierros en los cementerios de Manaos llegó al récord de 1.333 en los 20 primeros días de enero, muy superior al de cualquier mes. Brasil, con 210 millones de habitantes, es uno de los epicentros de la pandemia; el segundo país con más muertes en el mundo por Covid-19 después de EEUU, con unos 216.445 fallecidos, y el tercero con más contagios, con 8,8 millones de casos.

Rebelo de Sousa, reelegido como presidente de Portugal en una primera vuelta marcada por la pandemia

Anónimos tras su mascarilla, socialmente distanciados y cada votante con su propio bolígrafo para evitar la propagación de virus, los portugueses se dirigieron este domingo a las urnas con el país colapsado por el Covid-19 para decidir el cargo de presidente. Clara, una limpiadora ataviada con visera, mascarilla y un chaleco, informaba a los votantes que es parte del equipo de la mesa electoral de uno de los colegios del centro de Lisboa. Su misión era entrar en la solitaria cabina de votación cada vez que salía un elector para limpiarla con desinfectante. “Sin una sola excepción”, advertía.

“A los que puedan y quieran votar, superen sus miedos”, declaró el actual jefe de Estado, reelegido por un 61,3% de apoyo con el 98,8% del escrutinio, Marcelo Rebelo de Sousa, tras haber votado él mismo en su bastión de Celorico de Basto. “La votación va bien en todo el país, con distanciamiento, respeto a las normas sanitarias y paciencia por parte de los portugueses. (…) La gente puede votar sin ningún problema”, insistió. Los portugueses le han dado su apoyo muy por encima de sus rivales.

El actual presidente de Portugal, del Partido Socialdemócrata de centro derecha, arrasa en primera vuelta sin necesidad de acudir a la segunda. “Estoy aquí de las primeras en evitar los grupos y las colas”, contaba a la agencia Reuters Cristina Queda, de 58 años, que llegó a su mesa electoral en Lisboa nada más abrir a las 8 de la mañana. “Como la fecha de las elecciones al final no cambió, yo decidí llegar temprano para evitar las colas”.

Poco menos de dos tercios de los portugueses pensaban que la elección debería haberse pospuesto debido a la pandemia, según una encuesta realizada la semana pasada por el instituto de investigación ISC / ISCTE. Los electores que llegaron después tuvieron que esperar alrededor de media hora, al menos en Lisboa, en colas que daban la vuelta a la manzana, ya que las reglas dictaban que los votantes debían pararse a dos metros de distancia con solo una persona permitida dentro de la sala de votación a la vez.

Los encuestadores, que predecían una abstención récord del 60-70%, en parte porque cientos de miles de votantes estaban en cuarentena, no acertaron: la participación fue del 35,4% a las 16:00 horas, por un 37,7% de hace cinco años. Al emitir su voto en una escuela de Lisboa, el primer ministro Antonio Costa dijo que se tomaron todas las medidas para evitar el contagio. “Todas las disposiciones están en su lugar”, dijo Costa. “Estamos en un momento muy grave de la pandemia: se hizo todo lo posible para que la gente pudiera ejercer su derecho democrático al voto”.

El país de 10 millones de personas está experimentando un fuerte aumento de positivos después de la Navidad, con el promedio móvil de siete días más alto del mundo de casos nuevos y muertes per cápita, según el rastreador de datos de la Universidad de Oxford.

El número de muertes por Covid-19 batió este domingo récords por séptimo día consecutivo, con 275 y las hospitalizaciones también en su punto más alto. Las ambulancias hacían cola, igual que los votantes, en los hospitales de Lisboa a plena capacidad. “No estoy de acuerdo en que la fecha no haya cambiado”, dijo José Antonio Queda, de 72 años, quien también votó temprano con su esposa. “Si estamos en confinamiento, deberíamos evitar el virus tanto como sea posible”. “Aunque sea importante venir a votar mientras estás encerrado, no tiene sentido salir de casa y reagruparte con miles de personas”, comentó Luis Araujo la agencia AFP.

En juego estaba también en saber qué que resultados finales obtendrá el candidato de extrema derecha André Ventura. Poco después de haber fundado su partido antisistema Chega (que se puede traducir como “ya es suficiente”), este abogado de 38 años se convirtió en su único diputado tras las elecciones legislativas de finales de 2019. Estas elecciones pretendían confirmar la progresión del populismo de derecha en un país que hasta ahora había sido una excepción a nivel internacional. El objetivo de Chega era conseguir el segundo puesto por delante de la ex eurodiputada socialista Ana Gomes. Con el escrutinio aún en macha, la distancia entre ambos es de menos de dos puntos, aunque con Ventura por delante (12% a 10,5% de Gomes).

Sin el apoyo del primer ministro socialista Antonio Costa, que hasta ahora ha convivido sin dificultad con Rebelo de Sousa, Ana Gomes, ex diplomático de 66 años, que se ha convertido en una destacada activista anticorrupción, hizo campaña con la promesa de bloquear a la extrema derecha, informa Efe.