La crisis de Gobierno ejecutada por Pedro Sánchez tiene efectos colaterales. El calado de la misma y el hecho de que hayan caído nombres como los de Carmen Calvo o José Luis Ábalos ha sembrado inquietud, nerviosismo en el partido. El hasta ahora ministro de Transportes ha hecho oficial este lunes su decisión de dejar su cargo como secretario de Organización, aunque en el partido ya trabajan sin él. Adriana Lastra, vicesecretaria general, asume poderes “plenipotenciarios” y toma las riendas del partido, apoyándose en Santos Cerdán, secretario de Coordinación Territorial, hasta la remodelación de la cúpula socialista en el Congreso Federal de octubre que impondrá Pedro Sánchez.
Aunque en el PSOE dieron margen a Ábalos para que manejase los tiempos de su salida, el partido ya trabajaba sin contar con su presencia, buscando que la maquinaria no quede atascada . Se pretende reactivar la formación en estos meses, ahora que el partido cobra peso en el Gobierno, y de cara al Congreso Federal. Además de no perder terreno con el PP. Lastra, que ya era la lugarteniente en el partido, “asume la dirección de todo en el partido hasta el Congreso”, explican fuentes socialistas. Pasará más tiempo en Ferraz con ese propósito de reactivar el proyecto político.
Este refuerzo de su figura está consensuado con Sánchez. Cuando éste alcanzó La Moncloa, decidió que Lastra se quedara en el partido como número dos y en el Congreso como portavoz para liderar las negociaciones con el resto de partido.
Su hacer fue clave en las votaciones de investidura o en las negociaciones para los Presupuestos. Tiene buena interlocución con los nacionalistas. Ahora, en la crisis de Gobierno, el jefe del Ejecutivo ha optado por no hacerle hueco en el Consejo de Ministros de nuevo y delegar en ella estos meses de transición, tras lo que Sánchez tiene decidido ejecutar una importante remodelación de la dirección socialista, reduciendo el número de miembros de la Ejecutiva y buscando perfiles de más peso político.
Tras lo visto en los últimos días con el Gobierno, la sensación que se ha instalado en el partido es que todo es posible. Que Sánchez ya ha demostrado que por más lealtades o cercanía que haya, puede mover cualquier ficha.
Junto a ella, la otra figura importante en este tránsito hasta octubre es la de Santos Cerdán. Al quedar sólo tres meses para la gran cita socialista se ha optado por no hacer un nuevo nombramiento para ocupar el vacío de Ábalos. Cerdán, de hecho, ya ejercía de facto como número dos de Organización y ahora ampliará su campo de acción, sobre todo con vistas a la organización del Congreso Federal. Cerdán ya desempeñaba un trabajo importante en la vida interna de la formación, siendo puntal de decisiones, movimientos y acuerdos.
En el partido le sitúa como determinante en el giro dando en Andalucía con la victoria y consolidación de Juan Espadas como líder autonómico en detrimento de Susana Díaz.
Ni Lastra ni Cerdán han acudido este lunes a la despedida como ministro de José Luis Ábalos -sí lo hicieron a la toma de posesión de Félix Bolaños-. La primera acudió al Senado para asistir al nombramiento de Ander Gil como nuevo presidente de esta Cámara, en sustitución de Pilar Llop -nueva ministra de Justicia- y el segundo acudió a la toma de posesión del nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares.