Anatomía de un confinamiento

Atravesé los dos meses de confinamiento total con una dedicación extrema. Desde el 14 de marzo hasta el 2 de mayo de 2020. Mantuve en ese tiempo ratos de desespero sonriente y otros momentos más sonrojantes en los que gasté la pila de dos termómetros digitales hasta que me redimí en la certeza de estar haciendo el ridículo delante de los gatos. Nunca la hipocondría fue menos provisional.
En esos días escribí un diario en este periódico. Un diario de horas lentas en el que sólo me quedó conta

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