El manual de consejos para el buen caudillo comienza con una máxima: “Divide cuando hagas oposición y también cuando seas gobierno”. La letra pequeña explica el método en cada caso: en la oposición se han de fijar propuestas de máximos, preferiblemente inaccesibles para cualquier gobierno pero que parezcan básicas a fuerza de lagrimear, exagerar y simplificar. En el gobierno, la división opera como treta, movimiento de distracción y fuerza de ocultación de problemas reales. Las recetas de la opo