El bien, el mal, los jueces

Cuando sales de casa, no crees estar haciendo ningún mal, más allá del que representa, después de una semana entera de largas jornadas para sacar adelante un festival literario, dejar de acostar por octavo día consecutivo a tu hija y de leer con ella en ese recodo del día Veinte mil leguas de viaje submarino, que aún tenéis a medias. Te pesa, pero se lo has explicado, le has dicho que debes volver a trabajar hasta después de la hora en que se va a la cama y le has prometido que recuperaréis a pa

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