El “desastre” de Marlaska, el otro perdedor del 4-M: Vallecas, difusión de amenazas y futuro incierto
En Moncloa siempre han pensado que tenía tirón, que el público le quería y respetaba. Ahora, tanto en el Gobierno como en Ferraz algunos le empiezan a ver como un lastre. Fueron los estrategas electorales de Pedro Sánchez los que pusieron su nombre, el de Fernando Grande-Marlaska, sobre la mesa buscando incorporar sorpresas durante la campaña.
“Y cuando se lo dijeron, quizá él tenía que haber dicho que no. Tenía que haberse negado a participar en actos políticos”, apuntan ahora fuentes próximas