El Gobierno no logra aún desbloquear el comercio con Argelia y Francia media y llama a ambos al “diálogo”

SPAIN

Argelia mantiene aún bloqueado el comercio con España varios días después de que el Gobierno asegurara que el país magrebí estaba dando marcha atrás. La Oficina Comercial de España en Argel da por imposible, en nota oficial, que las empresas españolas puedan exportar a ese país en las condiciones actuales y el Ministerio de Industria confirma que desde el pasado viernes en que el Gobierno interpretó que Argelia desbloqueaba el comercio, «no ha habido operaciones». A última hora, entró en escena la ministra francesa de Asuntos Europeos, Catherine Colonna, que en gesto inusual, hizo público que ha hablado de España con su homólogo Ramtane Lamamra al margen del Gobierno de Sánchez, pero el resultado es que se pone de perfil. En vez de recriminar al argelino la suspensión del comercio con España se limitó a señalar, según un comunicado oficial, su deseo de “buenas relaciones entre nuestros socios europeos y los países de la Ribera sur del Mediterráneo”. Y a mostrar «confianza en que el diálogo permitirá afrontar los desafíos comunes».

Según la citada oficina comercial española, Argelia sólo ha suspendido el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España «que no incluye temas comerciales» evitando así teóricamente el enfrentamiento con Bruselas. Pero añade que mantiene la orden del pasado 9 de junio a la banca argelina de «congelación de las domiciliaciones bancarias para el pago de las operaciones de comercio exterior (importación y exportación) con España». Y, según la oficina comercial, como «en Argelia todas las operaciones de importación de bienes y servicios exigen domiciliación bancaria», esta medida «imposibilitaría las exportaciones de España a Argelia desde el 9 de junio». Se trata, en su opinión, de una medida «discriminatoria contra España». «Las operaciones tienen que pasar necesariamente por el Banco Central de Argelia, por lo que este último tiene potestad de bloquear cualquier pago o cobro», recalca en muestra de cómo quedan las empresas españolas a merced de decisiones discrecionales de las autoridades argelinas.

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Además, «en el caso de productos destinados a la venta sin transformación, la domiciliación debe hacerse al menos 30 días antes del embarque de la mercancía y por un importe del 120% de la factura», por lo que para las empresas es arriesgado intentar operaciones en la actual crisis diplomática. En cambio, los contratos de venta de gas argelino no están afectados al no requerir domiciliación.

«Si se verifica que persisten los obstáculos al comercio con España y, por lo tanto, con el sector exterior europeo, la UE dispone de un amplio abanico de instrumentos para hacer frente a las medidas coercitivas de terceros países», recalca la ministra de Industria, Reyes Maroto. No obstante, no reclama represalias a la Comisión Europea: «Privilegiamos siempre el diálogo como vía de solución de las diferencias».

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, pidió este lunes a Argel que retire esta decisión y apuntó que efectúa este ataque por influencia del presidente ruso, Vladimir Putin. «Veo a Argelia cada vez más alineado con Rusia», declaró en Catalunya Radio. «He venido observando desde hace tiempo un alineamiento de Argelia con las posiciones de Rusia (…) Espero que Argelia reconsidere su postura y las declaraciones que ha venido haciendo porque está claro que España es parte de la UE y que ésta ha dado una respuesta muy clara, contundente e inmediata, no dejando ningún tipo de duda respecto a que la política comercial es una política común de la UE».

Sin embargo, Argelia no detectó presión este lunes del principal país de la UE: Alemania. La número dos del Ministerio alemán de Exteriores, Katja Keul, viajó a Argel en pleno choque de este país con España y el Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell, para firmar nuevos acuerdos de cooperación cultural y científica e incluso hablar de «la consolidación de la Asociación entre Argelia y la Unión Europea», según un comunicado del Ministerio argelino de Exteriores. Este acuerdo es precisamente el que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, considera que ha sido vulnerado por el bloqueo bancario al comercio. También Borrell apuntó que puede haberlo violado.

Keul, militante de los Verdes en la coalición alemana, asegura que ha viajado a Argelia porque «es un actor clave en la resolución de problemas regionales en el norte y oeste de África. Por lo tanto, es importante para mí intensificar el diálogo político. Durante mi viaje hablaré en particular de la situación política y de seguridad en el Sahel. Con una delegación empresarial de alto nivel, también ofreceré al gobierno argelino una cooperación aún más estrecha en la expansión de nuestras relaciones energéticas», manifestó en comunicado oficial firmado el pasado viernes, dos días después de que trascendiera el bloqueo comercial a España.

Si acierta Calviño en que Putin está lanzando a Argelia contra los europeos, el ruso no parece tener interés en dos países importantes de la OTAN como Alemania o Italia. El primer ministro italiano, Mario Draghi, arrancó el pasado abril en Argel, ya con la guerra en Ucrania en marcha, un aumento del 50% del suministro de gas argelino como alternativa al ruso.