El PP teme no ganar ni la Comunidad Valenciana ni Aragón si Cs ronda el 5% pero no logra escaños
El Partido Popular maneja una serie de encuestas internas en las que sobresale una conclusión: “Si de aquí a las elecciones del 28-M conseguimos captar todo el voto que todavía se lleva Ciudadanos, la perspectiva de cambio en las comunidades donde gobierna el PSOE será global en toda España”. Así lo remarcan fuentes de la dirección popular a EL ESPAÑOL.
De lo contrario, el PP admite que el escenario es muy distinto. La victoria, subrayan, podría quedar desdibujada, ya que conseguirían ser la lista más votada; pero no tendrían los apoyos parlamentarios suficientes. Hasta el punto de que las opciones de gobernar en dos territorios muy concretos, Comunidad Valenciana y Aragón, podrían disiparse.
El porcentaje de voto que la formación naranja recibe en estos territorios, según los últimos estudios demoscópicos, oscila entre el 3,5% y el 2%. Un porcentaje insuficiente para entrar en la Cámara autonómica y lo suficientemente alto como para que en Génova vean un serio obstáculo al desalojo de los barones socialistas Ximo Puig y Javier Lambán.
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Lo explica a este periódico de una manera muy gráfica una persona que forma parte del equipo de Feijóo: “Si Lambán en Aragón sigue pactando con la Chunta será, por ejemplo, porque el PP no consigue un escaño más por Teruel. ¿Y por qué no lo consigue? Porque quizás hay 180 votos que se lleva Ciudadanos y que serían la clave para decantar la balanza”.
Es decir, que el voto improductivo naranja podría ser el candado para cerrar la puerta al PP de algunos gobiernos.
Comunidad Valenciana
En el caso concreto de la Comunidad Valenciana, todos los datos que maneja el PP muestran una distancia ancha entre el PP y el PSOE. “Le sacamos hasta 6 puntos a Puig”, desvelan fuentes populares. Pero, hay hasta un 3,5% de apoyos a Ciudadanos que reducen las posibilidades de que la derecha sume y, además, dejan la puerta abierta a una mayor representación de Compromís.
En las Cortes Valencianas, aseguran las citadas fuentes, la suma entre PP y Vox pasaría a ser un 48,5% en caso de incorporar a los adeptos de Ciudadanos. Con ese porcentaje, matizan en Génova, “es imposible que la izquierda pueda gobernar”.
Llegados a este punto, los populares lamentan que nunca se llegara a materializar la opción que planteó Begoña Villacís hace meses de integrar a dirigentes naranjas en las listas del PP para el 28-M. “El resultado sería sido muy distinto”, deslizan los de Feijóo.
Lo que la vicealcaldesa de Madrid pedía era estudiar esa posibilidad de colaborar con el partido de Feijóo, aunque recibió un sonoro portazo de la nueva dirección de Ciudadanos.
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Ahora bien, en varias comunidades autónomas los populares han logrado convencer a mandos naranjas para que se integren en sus listas. Hay ejemplos en Extremadura, como el del alcalde de Badajoz. O en la propia Comunidad Valenciana, donde el candidato popular Carlos Mazón ha fichado al portavoz naranja en las Cortes autonómicas.
El PP viene protagonizando una opa al partido naranja con incorporaciones de mandos intermedios en otros muchos puntos de España. Un buen ejemplo de ello es Andalucía. Ya no queda nadie de la anterior dirección de Juan Marín que no trabaje para el PP o para la propia Junta que dirige Juanma Moreno.
Feijóo da por sentada la desaparición de Ciudadanos tras los próximos comicios municipales y autonómicos, y espera beneficiarse de ese hecho en las generales. Aunque en su entorno reconocen que lo deseable hubiese sido anticipar este escenario al 28 de mayo, porque la formación naranja seguirá recibiendo un porcentaje de votos que dificulta la carrera electoral a los populares.