La sección primera de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) ha condenado al Servicio Gallego de Salud a indemnizar con 31.727 euros a la hija de una mujer de 86 años por un “diagnóstico tardío”.
La mujer, que falleció en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, murió a causa de una perforación intestinal que no se detecto a tiempo.
El tribunal indica que el expediente administrativo y la historia clínica revelaron “que la asistencia recibida por la paciente no se adecuó a las exigencias de los alarmantes signos externos que manifestaba”. Según la Sala Tercera: “Se hacía precisa la práctica de un TAC abdominal, que hubiera podido detectar la perforación intestinal que se evidenció dos días después, cuando ya era demasiado tarde”.
Por otra parte, señala que los médicos del servicio de urgencias el día 21 de septiembre de 2018 “no la derivaron al servicio digestivo, algo que podría aclarar el sentido de alguno de los síntomas, ni decidieron la práctica de un TAC abdominal”, a pesar de ser la segunda vez que la perjudicada acudía al centro.
“No resulta convincente la excusa aportada en el informe del servicio de cirugía general dirigido a disculpar la actuación de los facultativos del servicio de urgencias, en el que se dice que la solicitud de pruebas complementarias debe estar dirigida a descartar una sospecha de patología abdominal urgente en los casos de alta sospecha, no siendo la práctica habitual en urgencias el realizar un TAC abdominal”, subraya el TSJG.
Por lo que el Alto Tribunal argumenta que “existían síntomas que permitían sospechar una patología abdominal grave, de modo que no se justifica la falta de realización del TAC, así como tampoco la ausencia de una petición de valoración por un especialista en cirugía general, antes de darla de alta”.