Feijóo hace tándem con Juanma Moreno y dará “aún más peso” a Andalucía en el PP

SPAIN

El lunes, Elías Bendodo viajó a Galicia a verse en secreto con Alberto Núñez Feijóo. Sólo un puñado de personas conoció ese viaje, que estuvo envuelto, como todo lo que rodea al líder gallego, en un manto de secretismo. «Las formas son las garantías de las cosas», suele decir Feijóo, y en su caso la garantía de las formas es el hermetismo. En la discreción de ese viaje se fraguó la designación de Bendodo como coordinador general y número tres del PP.

Pero ése no será el único nombramiento andaluz del nuevo PP, según revelan a este diario fuentes populares: «Andalucía tendrá más peso aún en la cúpula». Lo cierto es que la primera conclusión del XX congreso del PP es que Andalucía y Galicia forman «un tándem» claro, como subrayan en la Junta. Para empezar, Juanma Moreno se convierte en el sustituto de Feijóo como «decano» de los barones -así lo quiso ungir él mismo- y en el principal pilar de carga del proyecto del nuevo presidente popular.

De hecho, han sido ambos quienes han preparado el camino hacia la renovación. «Llevan preparando juntos esto desde la Junta Directiva Nacional», o sea, desde el 1 de marzo, explican fuentes del entorno de ambos. «Esto lo han parido juntos; el que anima a Alberto a dar el paso es Juanma», insiste otra fuente de la Junta. «Hablan muy, muy a menudo y políticamente son muy cercanos», añaden en Galicia.

«Andalucía ha sido la tierra [elegida] en los momentos clave del PP, y siempre en esos momentos ha habido un gallego», enfatizó Feijóo en su discurso de candidato. «Para tomar nota», sugirió, en otro claro guiño al reparto de poder del partido. «No os podéis imaginar la gasolina y la ilusión que estáis introduciendo en todo este equipo del PP de Andalucía», le correspondió Moreno.

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso se saludan en la segunda jornada del Congreso del PPEL MUNDO

Si en la era de Pablo Casado que ahora queda atrás el eje ideológico y el campo de batalla natural del PP era Madrid, ahora las fuerzas vivas del partido se desplazan a Andalucía y, naturalmente, a Galicia, aunque con Isabel Díaz Ayuso como tercera pata de la ecuación de poder de los populares. «Sin triunvirato no hay Moncloa», resume un cuadro del PP. En ese sentido, Ayuso marcó ayer perfil y lanzó un dardo al presidente saliente: «Este congreso es la respuesta a una crisis que nunca debió existir», dijo. Aunque Esteban González Pons y Mariano Rajoy insistieron en que «nadie sobra» en el PP.

Tras la marcha de Casado -que ayer anunció que dejará el escaño y «cualquier responsabilidad en el PP»-, la baronesa madrileña portará el estandarte ideológico del partido, pero el nuevo PP se volcará más bien en la gestión y en la tarea de «ensanchar» las bases hacia el centro, como tantas veces han reclamado en los últimos años Feijóo y Moreno. El nombramiento de Elías Bendodo supone todo un espaldarazo a esa operación, por la vía de los hechos consumados. «La idea es fortalecer el equipo con una persona que sirva de enlace con las vicesecretarías, que colabore activamente con la secretaria general, y que aporte al proyecto experiencia orgánica, institucional y de gestión», consideró el líder gallego.

Bendodo compaginará por ahora sus responsabilidades andaluzas (consejero de Presidencia y portavoz de la Junta) con su nuevo cargo orgánico. Pero según ha podido saber este diario, el flamante número tres del PP no seguirá de consejero andaluz tras las elecciones autonómicas que se celebrarán este mismo año «y se centrará en la política nacional». Hasta entonces, seguirá actuando como mano derecha de Moreno para intentar que gane y siga en el Palacio de San Telmo.

Al borde de una campaña crucial, Andalucía es ahora el clavo del abanico. Aznar lo detectó sin necesidad de estar presente en el auditorio sevillano. Desde su casa, confinado por Covid, se abrió de capa nada más arrancar su discurso, invocando «esa Andalucía grande que siempre ha sabido de su potencial y de su riqueza, pero necesitaba que alguien se lo dijera». «Con vosotros, Andalucía ha vuelto a creer en ella», dijo ante los más de 3.000 asistentes al congreso, en el que también había ayer 430 periodistas acreditados.

«No podemos fallar», sentenció Aznar, quien pidió «jugar a la grande» y «dejar atrás los errores, pero no las personas», en referencia a Pablo Casado, de quien alabó que dio el paso cuando más difícil era. Casado respondió reivindicando que él «siempre» dijo la verdad y prometiendo «discreción castellana».

El Comité Organizador planificó un homenaje al congreso de Sevilla de 1990 que apuntaló el liderazgo de Aznar, pero lo cierto es que el verdadero reconocimiento se lo hizo a sí mismo el PP de Mariano Rajoy. Con Feijóo, el Séptimo de Veteranía del partido ha recuperado la moral y el optimismo. Y cree que el nuevo equipo «tiene buena pinta», como dijo el propio Rajoy. Esa generación vuelve a sentirse integrada en el PP, como si hubieran saltado a la piola la etapa de Casado. Para los marianistas y los sorayistas (reivindicados ayer en su destierro por Rajoy), estos cuatro años quedan convertidos desde hoy en un mero paréntesis. Ellos coparán gran parte de los puestos del nuevo Comité Ejecutivo Nacional.

La descentralización y ««autonomización» tendrá reflejo en el nuevo PP. El secretario general del PPdeG, Miguel Tellado, mano derecha de Feijóo, tendrá un papel crucial. Y Esteban González Pons también gozará de galones orgánicos. «Inteligente diplomático y eficaz», lo alabó Feijóo. Todos los territorios tendrán presencia en los segundos niveles de la cúpula de Génova y Feijóo dará libertad a los barones. «Los protagonistas en sus comunidades serán ellos, no Génova», resumen en el equipo del nuevo presidente. Esto es algo que le recordó Moreno ayer al candidato: «No olvides nunca de dónde vienes».