Inmaculada Montalbán, punto y seguido de Pumpido en el Constitucional

Inmaculada Montalbán Huertas (Iznalloz, Granada, 1959) llegó al Tribunal Constitucional en noviembre de 2021, tras el último acuerdo de relevancia entre el PSOE y el PP. El CGPJ ya estaba encallado, pero los dos partidos se pusieron de acuerdo para poner cuatro nombres al Constitucional.

El que aportaron los socialistas -el otro progresista lo propuso Podemos- fue el de Montalbán. Por entonces, la ahora número dos del TC ejercía de magistrada de Contencioso-Administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Ya sabía lo que era recibir el apoyo del PSOE. En 2008, los socialistas la escogieron como vocal del Consejo, un puesto que ocupó hasta 2013.

Como vocal, presidió el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género, una materia que para entonces ya había marcado su trayectoria profesional. En su breve comparecencia ante la Comisión de Nombramientos del Congreso, Montalbán quiso mencionar que una de sus primeras conferencias como jueza había sido Diez años de Constitución: relaciones de las mujeres con la Administración de Justicia Penal. Y que sus 15 años de ejercicio en Penal los volcó en el trabajo Perspectiva de género: criterio de interpretación internacional y constitucional.

En el poco tiempo que lleva en el TC, le ha tocado pronunciarse, por ejemplo, sobre el procés. El pasado marzo fue la única magistrada progresista que se sumó al rechazo del recurso de Oriol Junqueras contra la condena. Otros tres emitieron votos particulares y Conde-Pumpido se había apartado del asunto.

Como vicepresidenta, a Montalbán le corresponderá sustituir al difícilmente sustituible Conde-Pumpido, así como presidir una de las dos Salas del TC. Fuentes del tribunal destacan su alineamiento casi total con Conde-Pumpido y pronostican que su rol de vicepresidenta será rutinario. Añaden que tampoco tendrá la autoridad que podían aportar sus dos antecesores, José Antonio Xiol y Encarnación Roca. «Si tiene que intervenir en algo delicado, será un punto y seguido de Cándido», dice un magistrado.

Montalbán accede al puesto cuando lleva poco más de un año en el TC. Es la primera vez que la vicepresidencia no recae en un magistrado que esté en el último tercio de su mandato. Eso supone que en la próxima renovación ella seguirá en el tribunal, pero no necesariamente de vicepresidenta.