La Justicia española ha dejado en libertad en espera de juicio a la ciudadana portuguesa Ana P.T., que fue detenida hace dos meses en Portugal por secuestrar a su propio hijo, Bastian, tras la requisitoria de un juzgado de Barcelona.
Al dejarla en libertad y no adoptar ninguna medida con respecto al menor, la mujer, que se llevó ilegalmente a su hijo y se escondió en una ecoaldea del sur de Portugal, donde fue detenida por la Policía del país, puede volver a hacerse cargo del niño, por seguir rigiendo el convenio previo entre los padres.
Es decir: antes siquiera de ser juzgada por la sustracción, la madre vuelve a estar en la misma situación que disfrutaba cuando se llevó al niño a su país. “Y además, con un importante incentivo para llevárselo de nuevo a Portugal, porque si se vuelve a ir allí con el niño no le imputarían por la sustracción”, dice su ex pareja, y padre del niño.
Así, el progenitor ha asegurado a este diario que se va a negar a entregar al menor a la madre hasta que el próximo 9 de noviembre un juzgado e Familia (en concreto el de Violencia sobre la Dona 4 de Barcelona) decida sobre qué régimen de custodia del menor es el correcto ahora que la mujer está imputada por secuestrar al niño. “No se lo voy a entregar porque va a repetirlo, puede irse a Portugal y entonces sí que pierdo a mi hijo”, explica.
“Pasividad” de las autoridades
La historia en torno a Bastian tiene un background complejo. La madre se lo llevó ilegalmente a Portugal en mayo pasado. El padre y un detective consiguieron localizar a ambos tres meses después, ante lo que denunciaron como “pasividad” de las autoridades. La Policía portuguesa detuvo entonces a la mujer, que se pasó dos meses en la cárcel. El juez portugués otorgó la custodia momentánea a la madre de ella y abuela del menor, mientras se dirimiera la responsabilidad de la madre.
El padre, a quien no le fue notificada judicialmente actuación ninguna con respecto del niño en el mes posterior a la recuperación del niño por parte del Tribunal de Menores de Setúbal, se cansó tomó por la calle de en medio: dos personas se presentaron en el domicilio de la abuela del menor, se hicieron pasar por funcionarios de prisiones y consiguieron llevarse al menor.
El niño fue trasladado entonces a Barcelona y recuperado por el padre, que volvió a escolarizarlo en su colegio de Barcelona hace aproximadamente un mes. La noticia ahora es que la madre ha sido al fin extraditada a España, y la juez de Instrucción 23 de Barcelona no ha observado la necesidad de mantenerla en prisión provisional.
La magistrada estima, según auto al que ha tenido acceso este diario, que el hecho de que la mujer tenga domicilio conocido en Barcelona y la cuantía de la pena no hacen prever la posibilidad de una nueva huida. El Ministerio Fiscal, por su parte, pedía prisión provisional, algo que se suele dictaminar cuando se tienen en consideración tres posibilidades: huida, reincidencia y destrucción de pruebas.
Sea como sea, al quedar en libertad, la madre tiene derecho a acceder de nuevo al menor. “Pero no puedo permitir que se lo lleve otra vez”, dice el padre, que se dispone a negarle el acceso durante este mes, hasta la vista en el juzgado de Familia, el 9 de noviembre.
La historia de Bastian saltó a los medios cuando su madre lo sustrajo en mayo pasado, y en ese momento Joaquín Amills, de SOS Desaparecidos, señaló a EL MUNDO que “además esta mujer le ha puesto al menos siete denuncias falsas al padre, y ha intentado de todas las formas posibles alejarle del menor”. Una de esas denuncias fue por presunto abuso sexual del padre sobre el menor, luego archivada.