Muere un joven  de 17 años al caerle encima un árbol mientras jugaba en un campo de fútbol de un pueblo de Zaragoza

SPAIN

Un joven de 17 años falleció este viernes al caerle encima un árbol mientras jugaba con unos amigos en el campo municipal de fútbol de la localidad zaragozana de Bujaraloz.

El menor se encontraba con cuatro amigos para jugar un partido y, al ver que se acercaba una tormenta, corrieron a refugiarse a los banquillos.

Aunque había previsión de que llegase, la tormenta se formó en cuestión de minutos y sorprendió a los jóvenes sobre el terreno de juego.

Fue entonces cuando, por causas que se investigan, un pino, que formaba parte de una hilera pegada a la banda del campo de fútbol, se desplomó sobre ellos.

El árbol, de grandes dimensiones, alcanzó al joven de 17 años que murió en el acto mientras que los otros cuatro pudieron escapar a tiempo y solo sufrieron alguna herida o golpe superficial.

Fueron quienes corrieron en busca de ayuda, alertando a uno de los responsables del club de fútbol local, que se encontraba en ese momento en las instalaciones.

Aunque llegó de inmediato y avisó a los servicios de emergencia, nada pudo hacerse por salvar la vida del chico.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Guardia Civil y protección civil, además de una dotación de los bomberos de Caspe (Zaragoza), que fueron quienes recuperaron el cuerpo horas más tarde.

El trágico suceso ha conmocionados a los vecinos de esta localidad dela comarca de Los Monegros y cercana a la capital aragonesa, de unos mil habitantes, donde el joven era una persona muy apreciada.

El alcalde de Bujaraloz, Darío Villagrasa, ha declarado que el municipio está “consternado y conmovido” por el suceso, ya que era un joven “muy querido”.

Ha añadido que desde el Ayuntamiento están “absolutamente volcados” con la familia, para transmitirles todo el “afecto, cariño y solidaridad”.

Además, ha anunciado que se van a decretar varios días de luto local.

Se desconocen las causas que provocaron la caída del pino sobre el banquillo en el que se refugiaron los jóvenes.

Al parecer, un ruido fue el que les alertó de la existencia de peligro, lo que hizo que salieran de forma inmediata del banquillo y pudieran salvar la vida cuatro de ellos.

Las labores de retirada del árbol caído y la recuperación del cuerpo del fallecido se prolongaron varias horas.

El joven no era jugador del club local y, como cualquier otra tarde, simplemente estaba disfrutando de una pachanga entre amigos.