Pablo Casado carga contra los empresarios “cómplices” con los indultos

La polémica por los indultos no cesa. En la toma de posesión de Isabel Díaz Ayuso este sábado como presidenta de la Comunidad de Madrid, el presidente del PP enfatizó que, cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez apruebe los indultos, «sólo habrá un responsable, que es el presidente del Gobierno que propone esa medida», pero también habrá «muchos cómplices». Se refería así a «aquellos que desde partidos políticos los están aplaudiendo» y, «últimamente» -esta acotación temporal es importante-, a aquellos que «desde la sociedad civil intentan decir que esta medida va dirigida al reencuentro, a la concordia y a la convivencia».

Se trata de un dardo a los empresarios y a los obispos que han apoyado los indultos como vía de apaciguamiento social. Sobre todo, al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien el jueves dijo que si la medida de gracia «acaba en que al final las cosas se normalicen, pues bienvenida sea». Pero luego tuvo que matizar sus palabras y aclaró que «normalización significa que la gente cumpla la Constitución, esté trabajando dentro de ese Estado de Derecho, respetando la ley, el Estatuto y, por supuesto, que se hable de lo que haya que hablar».

Casado criticó a quienes apoyan los indultos como una medida finalista, porque «el reencuentro es la ley, la concordia es la Constitución y la convivencia es el Estado de Derecho». «El Parlamento no puede estar al margen de los grandes debates y de las decisiones de este Gobierno», se quejó. Y volvió a cargar contra quienes dan prioridad a la sociedad civil: «Con cuestiones tan importantes como la configuración del Estado o la ruptura de la legalidad en nuestra democracia resulta que tenemos que estar más pendientes de lo que dicen la Conferencia Episcopal, la patronal o los sindicatos», se quejó. «Y, con todos mis respetos, somos los diputados y los senadores los que representamos a la soberanía nacional». «Son las Cortes Generales las que deciden» y no la sociedad civil, enfatizó una vez más, durante su intervención ante los medios en la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid.

Después, fuentes de la dirección del PP ahondaron en el malestar con el Gobierno por intentar darles fuerza decisoria a las declaraciones de los empresarios: «No es lo mismo un líder político que un presidente de una asociación empresarial, con todos mis respetos», subrayó un dirigente de Génova en uno de los corrillos. A juicio del entorno de Casado, Sánchez está «negando la legitimidad del Parlamento» al diluir el debate sobre los indultos y no llevarlo a un pleno monográfico en el Congreso de los Diputados.

Conferencia con la sociedad civil

El presidente del Gobierno dará una conferencia el lunes, en Barcelona, sobre los indultos, frente a 300 invitados de la sociedad civil. Es una cita que en Génova tildan de «broma». «¿Qué pinta Casado con el chef José Andrés o con Abel Caballero [presidente de la FEMP], por ejemplo?», se preguntan en la cúpula del PP, para señalar que el debate de los indultos debe ceñirse al parlamentarismo y no hacer «política de canapé». «Es puro populismo; llegará un día en que en el Congreso los Diputados estemos de atrezo mientras toca el piano James Rhodes», ironizan.

La que sí amainó es la tormenta generada por las palabras de Isabel Díaz Ayuso a cuenta del papel de Felipe VI en la firma de la medida de gracia. La baronesa del PP tuvo palabras de reconocimiento para Felipe VI en el acto de su toma de posesión como presidenta de la Comunidad de Madrid. Las pronunció en presencia de Casado, quien la desautorizó el lunes por haberse preguntado si el monarca firmará o no los decretos y si eso lo convertiría en «cómplice».

«Su Majestad, el Rey, don Felipe VI, ha estado siempre, sobre todo en los momentos más duros, junto a los madrileños y junto al resto de los españoles, junto a las empresas e instituciones, dentro y fuera del país, con su habitual cercanía», dijo Ayuso. «Madrid le debe su historia a haber sido Corte, pues Madrid, España y Monarquía son inseparables», subrayó, antes de felicitar al jefe del Estado por el séptimo aniversario de su proclamación.

Casado dio después por zanjada esa polémica con Ayuso, diciendo que en su acto de toma de posesión «ha reivindicado su adhesión a la Corona», aunque en el entorno de la presidenta se reafirman en que Felipe VI estará «en tela de juicio» por su firma: «Sigue pensando lo mismo que siempre». «Ella tiene razón. Y se la darán», proclaman en la Puerta del Sol.

Consejeros y prioridades

Más allá de la política nacional, Ayuso desgranó sus prioridades para este segundo mandato en la Comunidad. «Si el medioambiente es una de las mayores preocupaciones sobre todo para las nuevas generaciones, el llamado invierno demográfico es una realidad desde hace tiempo, ahora agravada por la pandemia», resaltó. «Si no le ponemos remedio, acabará multiplicando de manera imparable otra pandemia mayor: la soledad. El apoyo a la maternidad y a las familias será por tanto una de las razones de ser en mi mandato», afirmó.

Además, Ayuso agradeció a sus seis consejeros del PP que continuarán en el nuevo Gobierno y a la ex de Ciudadanos Marta Rivera de la Cruz que se hayan «dejado la piel» en la gestión de la pandemia trabajando «más de 15 horas al día». «Si volvemos a tener cualquier adversidad, sea cual sea, ellos seguirán como rocas al frente de sus responsabilidades».

«Madrid es un vagón de Metro que transporta a la vez a un padre de familia que sale del trabajo, a una monja, a un hincha del Atleti, a un grupo de amigos que van a un concierto o a una manifestación. Eso es Madrid: una Comunidad que no duerme y que sorprende al mundo», resumió la presidenta en un discurso que ha querido cuajar de «sentimientos».

Los nueve consejeros que formarán el nuevo núcleo duro de Ayuso jurarán o prometerán el cargo el lunes. Ese mismo día se reunirá ya el Consejo de Gobierno y se empezarán a tomar decisiones para esta breve legislatura que terminará en mayo de 2023.

FEIJÓO: «EL GOBIERNO SE INDULTA A SÍ MISMO»

Feijóo ha terciado en el debate sobre las palabras de Ayuso a cuenta del papel que jugará Felipe VI en la firma de los indultos a los independentistas presos. «No veo polémica», dijo el barón popular gallego, en que la presidenta madrileña diga que «haga lo que haga» el Rey estará «en tela de juicio». «Yo he advertido una preocupación por el conflicto de intereses de un indulto que beneficia más al que da el indulto que al indultado. El indulto es el salvoconducto que tiene el Gobierno para sustentarse en el Gobierno», observó. «Nunca había ocurrido que el Gobierno se indultase a sí mismo y nunca se dio un indulto en contra del Tribunal Supremo y de la Fiscalía», añadió Feijóo.

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