Un papel o un pantallazo que demuestra que estás libre de coronavirus (o al menos que no estás infectado).
Un sello que proclama tu buena salud (y una ausencia de sello que tampoco significa que estés enfermo).
Un salvoconducto para viajar.
Un tatuaje virtual que permite tu movilidad y ayuda a la economía del país.
Pero que puede discriminar.
O lesionar el derecho a la intimidad.
O al de la libre circulación.
O al de la protección de datos sensibles.
La Comisión Europea lo