Pedro Sánchez se impulsa hacia delante. Hacia el instante preciso en que el Gobierno logre tener unos Presupuestos aprobados. Ese día la legislatura cobrará vida. Mientras, pico y pala, sin pararse a mirar alrededor.
El presidente no quiere interferencias. Nada de reflexionar sobre si es aceptable o no pactar con EH Bildu los Presupuestos, si el PSOE lo comparte, si sus votantes o los españoles lo respaldan o si el papel del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, aplaudiendo la decisión de Ar
naldo Otegi
, ha sido leal, institucional, conveniente para la coalición.
Lo único verdaderamente relevante para Sánchez es que la Cámara
Lo único verdaderamente relevante para Sánchez es que la Cámara
rechazó el jueves
las siete enmiendas a la totalidad con un chorro de votos (198). No es mala venganza para un presidente que convocó sus primeras elecciones porque el
Congreso
le tumbó las cuentas en 2019. Este dato es el único en el que reparó ayer en su discurso en
Pamplona
, donde se reunió con la presidenta de Navarra,
María Chivite
, con
abucheo a su llegada
, y presentó en sociedad el plan del Gobierno para asumir los fondos de recuperación europeos: «Entre avanzar o quedarnos como estamos, el Congreso decide avanzar y España dice adiós al pasado», dijo.
Y mientras avanza el presidente deja atrás la crisis abierta en el partido por los acuerdos con Bildu. No ha sido poca cosa en un PSOE que desde la tensión de la investidura era una balsa de aceite, aunque Sánchez ha preferido no darse por aludido.
Al bien superior que supone tener unos nuevos Presupuestos se ha agarrado
Y mientras avanza el presidente deja atrás la crisis abierta en el partido por los acuerdos con Bildu. No ha sido poca cosa en un PSOE que desde la tensión de la investidura era una balsa de aceite, aunque Sánchez ha preferido no darse por aludido.
Al bien superior que supone tener unos nuevos Presupuestos se ha agarrado
Ferraz
en la
ronda de llamadas
que la dirección se ha visto obligada a hacer para calmar las aguas en el partido. «No hay ya conflicto», aseguran, pese a que estas mismas conversaciones prueban la desazón interna. El presidente ha mirado hacia otro lado pero su equipo se ha tenido que volcar en conversaciones con secretarios generales y altos cargos.
«No hay ya conflicto», afirma la dirección tras una ronda de llamadas
Ferraz cree que ha cauterizado el malestar y algo de razón tiene cuando ayer el presidente de
Castilla-La Mancha
,
Emiliano García Page
, a quien esta dirección no tiene controlado, fue
el único que habló
. El PSOE andaluz reiteró que «no tiene nada que ver con Bildu» pero apoya «absolutamente» a Sánchez en estos momentos «difíciles». El socialismo gallego se pronunció también para dar respaldo.
En una entrevista en la Ser, García Page aseguró que lo de Bildu «no tiene un pase» porque «no está en un verdadero proceso de normalización, fue la democracia y la sociedad española la que ganó la batalla al terrorismo, ni tampoco han hecho un proceso de reconciliación». Aunque no pone un pero a los Presupuestos, el problema, sostuvo, es que «el peaje que hay que pagar para sacarlos adelante es doloroso». «Veo con preocupación que
En una entrevista en la Ser, García Page aseguró que lo de Bildu «no tiene un pase» porque «no está en un verdadero proceso de normalización, fue la democracia y la sociedad española la que ganó la batalla al terrorismo, ni tampoco han hecho un proceso de reconciliación». Aunque no pone un pero a los Presupuestos, el problema, sostuvo, es que «el peaje que hay que pagar para sacarlos adelante es doloroso». «Veo con preocupación que
Podemos
nos marca la agenda y nos arrastra a una esquina del tablero político, muy fuera del sitio habitual de las grandes mayorías del PSOE».
El presidente de Castilla-La Mancha dice que lo de Bildu «no tiene un pase»
Page apuntaba así directamente a un Sánchez desdibujado, en detrimento de su socio de Gobierno y vicepresidente segundo, que no sólo ha encarrilado el apoyo de
ERC
y de Bildu, sino que se ha permitido el lujo de exhibirlo y defender estos votos como la vía que evita el pacto con
Ciudadanos
. Mientras la ministra de Hacienda les invita al acuerdo, Iglesias dinamita el camino.
Como otros antes que él, el presidente de Castilla-La Mancha exteriorizaba los dos acontecimientos que han golpeado al PSOE esta semana. Uno, el pacto con Bildu, que internamente admiten «no nos gusta». Y dos, el papel de Iglesias que, destacan, podía haberse quedado «calladito». Aún así los socialistas asumen que estos son los tributos de una coalición, un día transige el PSOE y otro Podemos.
El mantra de que lo único importante es aprobar los Presupuestos se ha extendido junto a argumentos de la propia dirección como que no se puede obviar a Bildu porque está en el Parlamento, porque hace años que
Como otros antes que él, el presidente de Castilla-La Mancha exteriorizaba los dos acontecimientos que han golpeado al PSOE esta semana. Uno, el pacto con Bildu, que internamente admiten «no nos gusta». Y dos, el papel de Iglesias que, destacan, podía haberse quedado «calladito». Aún así los socialistas asumen que estos son los tributos de una coalición, un día transige el PSOE y otro Podemos.
El mantra de que lo único importante es aprobar los Presupuestos se ha extendido junto a argumentos de la propia dirección como que no se puede obviar a Bildu porque está en el Parlamento, porque hace años que
ETA
dejó de matar y porque en muchas otras ocasiones todos los grupos han votado con ellos.
Pico y pala hasta el día de que el Congreso avale definitivamente las cuentas de la legislatura. Casi dos meses para averiguar en qué momento exacto reaccionará Sánchez, si responderá a Iglesias o continuará asido a los votos de ERC y Bildu, si renunciará a Ciudadanos o la salvará en el último momento.
Sólo una frase ayer desde Pamplona, muy marca del presidente, nos alumbra: «Cuando uno tiene vocación se vencen todas las dificultades y, con ellas, te creces».
Pico y pala hasta el día de que el Congreso avale definitivamente las cuentas de la legislatura. Casi dos meses para averiguar en qué momento exacto reaccionará Sánchez, si responderá a Iglesias o continuará asido a los votos de ERC y Bildu, si renunciará a Ciudadanos o la salvará en el último momento.
Sólo una frase ayer desde Pamplona, muy marca del presidente, nos alumbra: «Cuando uno tiene vocación se vencen todas las dificultades y, con ellas, te creces».