Ni el Congreso, ni el Consejo de Estado, ni el Tribunal Supremo, ni los medios de comunicación, ni el Consejo del Poder Judicial, ni tan siquiera el viejo PSOE. Ninguno de estos poderes satisface la pretensión de Pedro Sánchez de gobernar con manos libres, sin ataduras, eliminando contrapesos.
“No es un peligro nuevo”, advierte Elisa de la Nuez, “aunque ahora se ha acelerado y además se justifica por parte del socio minoritario, Unidas Podemos”. Un socio heredero de eslóganes autoritarios que e