Pedro Sánchez o la soledad del visionario
Existe una máxima que los padres grababan a fuego a los hijos nacidos en los 70: «Estudia y trabaja duro y te irá bien en la vida». Por sencilla y manida que parezca, ninguna expresión resume mejor el contrato social de una generación: serás en función de lo que hagas. Después llegó la globalización con sus crisis, la identidad desterró al mérito y el orden de los verbos se modificó: eres independientemente de lo que hagas, y si no logras algo no es culpa tuya, víctima.
Se trata de una hipérbole,