Rosario Porto era una persona “ambivalente en sus propios sentimientos”. Así la definió una de sus psiquiatras durante el juicio en el que acabó condenada, junto a su ex marido, por el asesinato de su hija adoptiva, Asunta, y la descripción sirve de resumen a su vida en los últimos siete años.
Desde su detención en septiembre de 2013, había estado privada de libertad y en una continua montaña rusa llena de altibajos. El último agujero le llevó este miércoles a ahorcarse en su celda de la prisi