Presionada por una creciente contestación interna, tras el batacazo catalán, y cansada de las voces que estaban dando por finiquitado Ciudadanos, Inés Arrimadas decidió hace unas semanas ejecutar un arriesgado movimiento, aunque imprescindible, para tratar de conservar con vida el proyecto político: revolverse antes de que el PP culmine las Opas hostiles a su formación, aprovechando los diferentes gobiernos de coalición en Madrid, Murcia, Andalucía, Castilla y León…
“No podíamos seguir impas