“Estamos muy preocupados”. Los episodios de acoso sufridos por Vox en las últimas semanas en Cataluña han provocado que la formación de Santiago Abascal haya decidido reforzar la seguridad de sus candidatos y simpatizantes de cara a la campaña de las elecciones autonómicas, que presumiblemente serán el 14 de febrero.

La sede de Vox en Gerona ha sido atacada tres veces en dos semanas y recientemente también aparecieron pintadas con insultos en el coche particular del presidente del partido en la provincia de Lérida.

Vox culpa a sectores del independentismo de estos ataques y está convencido de que el acoso se va incrementar contra las personas y sus bienes según vaya acercándose la campaña y sus candidatos tengan más presencia en actos públicos. “El separatismo va a impedir que se puedan celebrar con libertad”, ha alertado del portavoz nacional de Vox, Jorge Buxadé en rueda de prensa, donde ha expresado su preocupación y por que se repitan los precedentes ocurridos en verano en el País Vasco y Galicia.

Por todo esto, Vox ha decidido reforzar la seguridad de sus candidatos al tiempo que “exige” a los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil que garanticen su protección para que puedan desarrollar su actividad sin incidentes ni violencia.

Al mismo tiempo, Buxadé ha lamentado la falta de solidaridad del resto de partidos respecto a los episodios de los que ha sido víctima Vox así como que hayan sido muy pocos cargos los que se han pronunciando públicamente para condenarlos.

En cuanto a la campaña en sí, Buxadé ha evitado dar pábulo a la hipótesis de un sorpasso de Vox al PP porque considera que sus “enemigos” no son el PP ni Ciudadanos, sino “el separatismo y la extrema izquierda”.

El vicepresidente de Vox ha afirmado que el “objetivo” para el 14 de febrero es “entrar” en el Parlament y que “a partir de ahí, sería un extraordinario éxito conseguir grupo parlamentario”.