La fiesta nacional del 4 de julio, que celebra la Declaración de Independencia de Estados Unidos del Imperio británico, tradicionalmente es una celebración que marca el comienzo del verano con excursiones a la playa, barbacoas y espectaculares despliegues de fuegos artificiales que resaltan el espíritu patriótico. Este año, sin embargo, el estallido de la pandemia ensombrece un fin de semana largo que podría empeorar aún más una crisis sanitaria que se le ha ido de las manos al gobierno.
La Administración Trump tiene un discurso mucho más ambiguo que el de los expertos médicos que asesoran a la Casa Blanca. El presidente se desmarca de la re
