A la guerra sin la bendición de la Iglesia rusa

Bendecir un misil, condenarlo o ignorarlo. Es la discusión ahora mismo en el seno de la Iglesia ortodoxa rusa, que durante años ha dispensado agua bendita en ceremonias oficiales sobre las pulidas superficies de cohetes, tanques, aviones o incluso sobre las gorras de los soldados que pasan desfilando. Ha sido la Presencia Interconciliar de la Iglesia ortodoxa rusa, un órgano asesor que ayuda a redactar la política de la Iglesia, la que ha sugerido poner fin a la polémica práctica de consagrar al