Absuelto en apelación el cardenal francés condenado por ocultar casos de pederastia en su diócesis

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El cardenal francés y arzobispo de Lyon Philippe Barbarin, que había sido condenado a seis meses de prisión con suspensión de pena por no haber denunciado ante la justicia los abusos sexuales cometidos hace más de 30 años por un cura pederasta de su diócesis pese a que presuntamente estaba al tanto de lo que ocurría, fue absuelto este jueves en apelación. El abogado que representa a las partes civiles en este caso anunció que recurrirán la decisión.

“Se ha reparado esa injusticia (…) el cardenal Barbarin es inocente”, declaró a la prensa Jean-Félix Luciani, uno de sus abogados, tras conocerse la decisión del tribunal de apelación de Lyon.

François Devaux, confundador de la asociación de víctimas de pederastia ‘Parole Liberée’ (Palabra Liberada) y parte civil en el juicio contra el cardenal, lamentó que “el Tribunal de Apelación considere que a partir del momento en el que la víctima es mayor de edad, no es necesario denunciar los hechos de los que ha sido víctima siendo menor. Esto va en contra de la prolongación de los plazos de prescripción”.

El arzobispo de Lyon, de 69 años, había sido condenado en marzo de 2019 a seis meses de prisión con suspensión de pena por no haber denunciado ante la justicia los abusos sexuales cometidos por el entonces sacerdote Bernard Preynat.

La condena de Barbarin sacudió los cimientos de la Iglesia católica francesa, pues era la primera vez que un cardenal era condenado en Francia por ocultar abusos sexuales a menores.

Horas después de conocerse la nueva decisión, el cardenal Barbarin anunció en una conferencia de prensa que volverá a presentar su dimisión al Papa Francisco. “Si me quiere ver, iré a Roma”, dijo Barbarin, quien consideró que la decisión del Tribunal de Apelaciones de Lyon de absolverle le permitirá “pasar página” y a la diócesis de Lyon “abrir un nuevo capítulo”.

El arzobispo de Lyon presentó su dimisión al Papa Francisco tras ser condenado en primera instancia, pero el pontífice la rechazó a la espera de que la sentencia fuera firme. Desde entonces el cardenal ha estado alejado de sus funciones al frente de la diócesis de Lyon.

Algunas de las víctimas del sacerdote pederasta crearon la asociación ‘Parole Liberée’ y denunciaron de forma paralela ante la justicia al cura por abusos sexuales y al cardenal Barbarin y otros miembros de la diócesis de Lyon por encubrimiento. Al cardenal le reprochaban no haber denunciado los hechos ante la justicia, pese a estar al corriente de los abusos.

Curiosamente, la justicia no siempre va a la misma velocidad. El cardenal, que estaba al frente de la diócesis de Lyon desde 2002, fue juzgado antes que el sacerdote pederasta, cuyo caso ha provocado la mayor crisis de la Iglesia católica francesa.

El juicio contra Preynat, que fue ordenado sacerdote en 1971, comenzó a mediados de enero de este año. Se cree que este ex cura de la parroquia de Sainte-Foy-Lès-Lyon abusó sexualmente entre 1971 y 1991 de al menos 85 niños “boy scouts”, con edades comprendidas entre los siete y 15 años. La mayoría de los casos han prescrito.

Preynat, que fue expulsado de la Iglesia católica en julio de 2019 por un tribunal eclesiástico, aprovechó la autoridad que le daba su posición para abusar durante años de menores sin que las autoridades eclesiásticas le apartaran de su parroquia pese a los rumores que corrían en la diócesis. El sacerdote pederasta, que llegó a confesar a sus superiores los abusos, estuvo en contacto con menores hasta 2015.

Diez de las víctimas, cuyos caso no han prescrito, son parte civil en el caso Preynat. El fiscal ha pedido que el ex sacerdote, de 74 años, sea condenado al menos a 8 años de prisión por abusos a menores. La sentencia se espera en marzo.

El arzobispo de Lyon provocó una gran polémica en Francia cuando en 2016 aseguró refiriéndose al caso Preynat durante una reunión de obispos que “gracias a Dios” la mayoría de los hechos habían prescrito. Esta frase dio título a la película ‘Gracias a Dios’ del director francés François Ozon, ganadora del Gran Premio del Jurado de la Berlinale.