Aislamiento subvencionado en las zonas pobres de Buenos Aires
Mientras los números de la pandemia aumentan, en Argentina vuelve a ganar fuerza una vieja enfermedad, un modo de ser que a esta altura parece adicción: la del debate público desde los extremos, la de hablarse desde el blanco o el negro, la de acorralar al otro con una insistente y enfermiza pregunta: “¿De qué lado estás?”.
Es lo que los argentinos llaman “la grieta” y lo que en tantos otros países se conoce como polarización. Potenciada por las redes sociales, que en Argentina tienen una fuerza asombrosa, esa grieta se devora todo y a todos. Los comentarios, las críticas y las descalificaciones explotan incluso antes de que las cosas suced