‘Clubes de lucha’ para los cachorros ultras
El nazismo siempre contempló el deporte como una manera efectiva de galvanizar a la población, ya fuera el esgrima, el atletismo y el boxeo. El campeón de los pesos pesados alemán Max Schmeling fue una de las figuras más usadas por la propaganda hitleriana para la recluta de nuevos camisas pardas en sus escuelas de odio.
Muchas décadas después, los cachorros del neonazismo europeo han recurrido de nuevo al deporte (y de contacto) para ganar nuevos adeptos. La práctica elegida no es la esgrima sin