La estación de tren de París-Montparnasse es estos días un hervidero de monitores, niños y adolescentes franceses que se van o regresan de colonias de verano. Mochilas, maletas y sacos de dormir conviven en los andenes con mascarillas quirúrgicas en este verano atípico marcado por los rebrotes de Covid-19.

Después de dos meses de confinamiento, clases a distancia y una vuelta al cole a medio gas en mayo o junio, muchos padres franceses han querido enviar a sus hijos de colonias, el ensayo general de la vuelta al cole del próximo mes de septiembre. Otros han apostado por vacaciones en familia por el miedo a los contagios.

El coronavirus