En mis primeros días en París me irritaba despertarme por culpa del camión de la basura. Vivo en un primero y hacen un ruido de mil demonios. Ayer, a las 6:43 fui a la ventana para verles pasar. Recogen la basura. La vida sigue. En TSF radio, suena un standard del jazz “C’est si bon”. Arriba.
Mientras oigo las noticias de las siete me pongo toda la ropa de deporte que tengo, incluida chaqueta de chándal del Open de París de hace 20 años. Hay que hacer creíble el salvoconducto obligatorio para sa