Durante la expansión del sistema de campos de trabajo del Gulag, algunos represaliados fueron enviados a lugares tan recónditos del norte ruso que cumplieron condena durante años sin ver vallas ni alambre de espino a su alrededor. Estaban tan lejos de todo que no había ningún sitio a donde escapar.
Muchos no vivieron para contarlo. La represión soviética sepultó a sus víctimas en fosas comunes. Y en ocasiones bajo una tonelada de mentiras. A Denis Karagodin siempre le dijeron que su bisabuelo hab