Diario de un apestado en Moscú
En el barrio de Mayakovski esta semana nos despertamos con el paso de un coche con altavoces pidiendo “precaución”. La escena recordaba al “bnimanie, bnimanie” (“atención, atención”) en la megafonía de Chernóbil, tan bien retratada por la serie de HBO. Pensé en la amenaza de coronavirus que me tiene preso en casa. Hasta que recibí un SMS del Gobierno: “Vientos de 25 metros por segundo se acercan a la ciudad, pónganse a cubierto”. Desde mi casa no llego a ver la estatua del poeta, donde se juntan