California se convierte el jueves en el primer estado de Estados Unidos en echar el cerrojazo ante el coronavirus. Todos en casa salvo contadas excepciones. A los cinco minutos, empieza a sonar el teléfono. “¿Podemos ir mañana a trabajar?”, pregunta un colega angustiado. En Los Ángeles hay tantas incógnitas como miedo a seguir exponiéndose al virus. Aunque de momento son pocos casos -353 contagios y cuatro muertes en el condado, 27 en todo California-, esto podría ser Milán o Madrid en poco tiem