El general Haftar se resiste a firmar un alto el fuego en Libia y pide más tiempo

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La reunión en Moscú para mediar en el conflicto de Libia no ha logrado que las facciones enfrentadas firmen un alto el fuego, pese a que se han hecho “avances”. Así lo ha asegurado este lunes el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov. El jefe del Gobierno libio apoyado por la comunidad Internacional, Fayed Serraj, y su rival, el general Jalifa Haftar, debían rubricar este lunes un borrador de acuerdo de cese el fuego permanente. Sin embargo, aunque algunas partes en conflicto sí han firmado la tregua, Haftar ha pedido más tiempo para considerar los términos del acuerdo, según ha informado Lavrov.

El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha señalado que Haftar ha solicitado hasta el martes por la mañana para valorar el documento. Serraj, por su parte, sí firmó el acuerdo. Ambos líderes se negaron a reunirse y mantuvieron contactos indirectos a través de mediadores. Los dos llegaron a Moscú acompañados de sus aliados. Haftar, junto al presidente del Parlamento libio con sede en Tobruk (este del país), Aguila Salah; Serraj, junto al presidente del Consejo de Estado, Jaled al Meshri.

Con Libia inmersa desde el pasado abril en intensos combates a las puertas de Trípoli -la capital, sede del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) liderado por Serraj, al que le disputa el poder el Ejecutivo asentado en el este del país, que apoya Haftar-, la mediación rusa y turca intentan sentar las bases de un cese de las hostilidades permanente, tras la entrada en vigor, la pasada medianoche, de una frágil tregua.

El mariscal Haftar, líder del Ejército Nacional Libio (LNA, en sus siglas en inglés), se ha puesto como objetivo conquistar la capital libia y expulsar al GNA, tras haberse erigido en hombre fuerte del este del país. Libia está inmersa en un conflicto entre multitud de milicias desde la caída del régimen del coronel Muamar Gadafi, en octubre de 2011, a su vez, derrocado por una guerra civil. Haftar cuenta con el apoyo de Rusia y EEUU, además de Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes, mientras que el GNA es respaldado por la ONU, la UE y Turquía. La reciente decisión de Ankara de enviar tropas para apuntalar al GNA activó un baile diplomático para evitar “una nueva Siria”.

“Se registraron avances”, se ha felicitado Lavrov en la rueda de prensa que ha ofrecido este lunes junto a su homólogo turco tras una frenética jornada de negociación -más de siete horas de tira y afloja- sobre un documento conjunto. El borrador del documento llama a ambas partes a detener todas las acciones militares y contempla la creación de una comisión militar para determinar los contactos entre ambos bandos enfrentados, según ha informado Reuters a través de cables de la agencia rusa Ria. Según el jefe de la diplomacia rusa, Haftar consideró el texto “de forma positiva”.

De los logros de Moscú depende la celebración de una conferencia internacional en Berlín, prevista para el próximo 19 de enero, en la que deben estar presentes no sólo las facciones libias, sino también los países europeos más implicados en la resolución del conflicto libio -Francia e Italia-, así como la vecina Argelia. Este último país, que sostiene al GNA de Serraj, reclama “un retorno rápido al proceso de diálogo nacional”, al tiempo que rechaza cualquier injerencia extranjera en Libia.