En 1999, una década después de haber ganado el Premio Nobel de la Paz, el Dalai Lama concedió una entrevista a EL MUNDO desde su exilio en Dharamsala (India): “Me reuní varias veces al comienzo de los años 50 con Mao Zedong y parecía un hombre honesto. En las largas negociaciones que tuvimos me prometió muchas cosas, pero no cumplió ninguna. Me dijo que habían entrado en Tíbet para ayudarnos a convertir el país en una nación moderna, y que dos décadas después, cuando hubieran finalizado el traba
