El vicepresidente económico asume la cartera de Comercio tras la dimisión de Hogan
El vicepresidente ejecutivo para Asuntos Económicos de la Comisión Europea, el letón Valdis Dombrovskis, se hará cargo de la cartera de comercio, tras la dimisión del comisario Phil Hogan el pasado miércoles por saltarse las restricciones por el Covid-19 en su viaje a Irlanda hace unas semanas, ha anunciado la presidenta de Ursula Von der Leyen, que ha pedido además al gobierno irlandés dos nuevos candidatos, un hombre y una mujer, para reemplazar a Hogan en el ejecutivo.
Von der Leyen no ha aclarado si el nuevo comisario irlandés mantendrá Comercio o si por el contrario, la alemana aprovechará para reorganizar su Ejecutivo en función de las candidaturas. La dimisión de Hogan es un duro golpe para la Comisión. El irlandés era uno de los hombres fuertes, acostumbrado a las negociaciones difíciles durante su mandato al cargo de Agricultura con Jean-Claude Juncker, y la carta bajo la manga de Bruselas en las negociaciones del Brexit.
La renuncia de Hogan ha sido recibida con cierta desazón entre los funcionarios europeos, que tenían en alta estima al irlandés por su trabajo en los últimos casi seis años como comisario. Sabine Weyand, la que fuera mano derecha del negociador del Brexit, Michel Barnier, y segunda de abordo de Hogan como directora general de Comercio en la Comisión Europea, despidió a Hogan a través de su cuenta de Twitter con un sentido mensaje. “Hoy es un día triste. Te echaremos de menos extremadamente a ti, tu fortaleza, tu dedicación y tu talento para la negociación lidiando con los tantísimos retos a los que se enfrenta la UE y la economía global,” aseguró Weyand.
La caída de un miembro de la Comisión no es para nada habitual y suele producirse por hechos notablemente graves, en el pasado, fueron casos de corrupción los que se llevaron por delante a varios comisarios. No habría sido ni el primer ni el último escándalo que no le cuesta el puesto a un alto cargo europeo. La cuestión era razonablemente grave pero sobre todo, políticamente sensible. Hogan viajó a Irlanda, se saltó la cuarentena, se desplazó a varios condados que se encontraban confinados y participó en una cena de gala en plena pandemia que excedía el aforo limitado por las restricciones del Covid-19. Y por si esto fuera poco, dio un buen número de versiones distintas y contradictorias, que acabaron por dinamitar su imagen y la confianza de Von der Leyen.
La presión desde Dublín fue importante, tanto por parte de la ciudadanía como del gobierno, tras verse involucrado en el conocido como ‘golf gate’ también el ministro de agricultura que se había visto obligado a dimitir. El Taoiseach irlandés Micheál Martin y el vice-primer ministro, Leo Varadkar, pidieron la cabeza de Hogan que aunque pidió disculpas, no parecía dispuesto a dimitir. Sin embargo, la última palabra la tenía Von der Leyen y la presidenta ha mandado un mensaje claro al resto de sus comisarios. “Mientras Europa lucha para reducir la expansión del coronavirus y los europeos hacen sacrificios y aceptan dolorosas restricciones, espero de los miembros de mi ejecutivo que sean particularmente vigilantes en sus respeto a las normas,” ha advertido la alemana.
En las próximas semanas, el gobierno irlandés deberá presentar a los candidatos que serán después examinados por Von der Leyen. La presidenta de la Comisión ya aplicó esta práctica cuando diseñó el ejecutivo el pasado otoño con el objetivo de garantizar la igualdad de género en su equipo. Von der Leyen entrevistará a los candidatos, decidirá si mantiene la cartera de comercio para Irlanda o realiza algún cambio en su ejecutivo. Y una vez haya un nombre, se enfrentará al escrutinio del Parlamento Europeo que deberá dar el visto bueno.