España pide respetar las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara y celebra la normalización de relaciones entre Marruecos e Israel

España celebra la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel, el cuarto país árabe que lo hace en las últimas semanas, pero ha advertido que a la hora de abordar la cuestión del Sáhara Occidental, el Gobierno apuesta por respetar las resoluciones de la ONU para conseguir la descolonización del territorio saharaui.

Al final de una visita a Israel y Palestina, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha querido “dar la bienvenida” a la normalización de relaciones entre Rabat y Tel Aviv “como hemos dado la bienvenida a todas las normalizaciones que han tenido lugar en las últimas semanas, como no puede ser de otra manera”.

“Ahora bien”, ha advertido para puntualizar la posición de España, a la hora de conseguir la paz entre israelíes y palestinos y para resolver la cuestión del Sáhara, “en ambos casos, la posición de España es clara: respetar las resoluciones de las Naciones Unidas para buscar una vía de resolución a esas dos cuestiones”.

Preguntada en declaraciones a los periodistas desde Ramala sobre si le llamaba la atención el anuncio estadounidense, González Laya ha respondido: “Digamos que esto no nos ha pillado por sorpresa”.

Reunión de alto nivel España-Marruecos

España siempre se ha apoyado en las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara a la hora de abordar el conflicto territorial norteafricano. La próxima semana, se celebrará una reunión de alto nivel (RAN) de los gobiernos de España y Marruecos con el eco del malestar que la posición del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha causado en el Reino alauí. Iglesias se manifestó hace unas semanas a favor de la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara.

Finalmente, el líder de Podemos no viajará a Rabat porque “las delegaciones se están reduciendo al máximo por la pandemia y por las restricciones también en Marruecos”, explicaron fuentes del Gobierno a EL MUNDO. La visita de Pedro Sánchez y de varios ministros españoles se producirá tras el éxito diplomático de Mohamed VI, que al fin ha conseguido que su poderoso socio americano reconozca su soberanía sobre la antigua colonia española.