“¿Qué quiere España?, me preguntaba un amigo extranjero. Y le contesté: España no quiere nada, sino que la dejen. Y así hasta Dios la deja de su mano” (La noluntad nacional, Unamuno, 1915)
Recordé este pasaje al constatar que España renunciaba a aprovechar el Brexit para reclamar la soberanía sobre Gibraltar. Por no plantear, ni siquiera planteó la utilización conjunta del aeropuerto situado en el istmo que los británicos ocupan ilegalmente. Para más inri, ha retirado un recurso ante la justicia