Estábamos siguiendo con interés las trascendentales conversaciones promovidas, facilitadas, arropadas por la UE entre EEUU e Irán, iniciadas la semana pasada en Viena; su modalidad de ser “en mesas separadas”, con el equipo bruselita -encabezado por el español Enrique Mora- intermediando con eficacia. Así las cosas, y sin perjuicio de que esta semana la coreografía ha proseguido puntualmente, la atención la acapara la región: el miércoles, Irán hizo público su plan para enriquecer uranio al 60%,