Irán libera un carguero surcoreano retenido desde enero
La señal GPS del buque Hankuk Chemi ha comenzado a desplazarse este viernes de madrugada. Ha sido la primera señal de una liberación que rápidamente han confirmado medios surcoreanos, país al que pertenecía esta nave. Un funcionario del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur ha explicado que ambas partes han llegado a un acuerdo para liberar unos fondos que pertenecen a Irán y que permanecen congelados desde hace años en dos bancos de su país debido a las sanciones de los EEUU.
“Hemos expresado nuestra voluntad firme de resolver la cuestión de los fondos”, ha subrayado este funcionario, que ha insistido en desligar el destino de estos siete mil millones de dólares de la retención del Hankuk Chemi, tal y como han insistido los iraníes todo este tiempo. El pasado cuatro de enero, la Marina de la Guardia Revolucionaria forzó el desvío del petrolero surcoreano, que se encontraba cerca del estrecho de Ormuz, acusándolo de haber estado contaminando las aguas.
Seúl era uno de los clientes de referencia de las ingentes reservas de crudo iraní. Sin embargo, tras un período de exención, Washington forzó a los surcoreanos a dejar de importar oro negro de Irán. Esta abrupta decisión dejó congelados los fondos en el país asiático. Dinero que Irán asegura que necesitaba, entre otras cosas, para adquirir equipamiento, medicinas y vacunas para combatir la pandemia de COVID-19. Sólo en los últimos tiempos, EEUU ha facilitado este tipo de transacciones económicas.
El pasado febrero, tras una visita del ministro de Exteriores de Corea del Sur a Teherán que también sirvió para agilizar los pasos a tomar para la descongelación del dinero iraní, las autoridades iraníes accedieron a liberar 20 tripulantes menos el capitán, que ha visto la luz este viernes. “Todos se encuentran bien de salud”, han dicho fuentes surcoreanas. Fuentes iraníes han dicho que la causa judicial abierta por la presunta actividad contaminante del buque ha sido cerrada.
Esta situación recuerda a otras vividas en el pasado. En 2019, el buque Stena Impero fue capturado en similares circunstancias, en aguas de Ormuz, dos semanas después de que el Reino Unido, con apoyo de una administración Trump dispuesta a implementar la estrategia de “presión total” a Irán, retuviera el petrolero iraní Adrian Darya I en aguas cercanas a Gibraltar. La situación pudo resolverse meses después con diálogo. El mismo que, según los implicados, se está desarrollando positivamente en Viena.
El viceministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, describió como “positivos” los contactos de estos días, directos con el resto de firmantes del acuerdo nuclear de 2015 e indirectos con un comité enviado por Washington. Araqchi, quien ha detallado que este viernes finalizará la última ronda de contactos antes de un receso, ha dado a entender que existe voluntad del resto de partes de caminar hacia una solución que implique el levantamiento conjunto de todas la sanciones, como persigue Irán.