La enésima destrucción de la catedral de Shusha

Los alrededores del imponente edificio -con sus 35 metros de altura, es uno de los templos armenios más grandes de todo el orbe- se encontraban repletos de trozos de metal y pedruscos arrancados del techo.
Al ingresar al recinto se podía percibir la amplia devastación que había dejado el proyectil. Los bancos reducidos a madera rota, arrinconados por la onda expansiva, entremezclados con las ruinas.
La Biblia quedó tirada en el suelo, cubierta de polvo y abierta por la mitad. Lo mismo que el r

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