La fiebre de las autopistas que amenaza las pirámides de Egipto
Los egipcios suelen observar con indisimulada nostalgia los fotogramas en blanco y negro en los que El Cairo luce como una apacible sucesión de arbolados bulevares sin obstáculos que bloqueen el horizonte. La explosión demográfica y el avance de las cuatro ruedas han transformado por completo esas instantáneas felices. El asfalto de la capital egipcia, con 20 millones de personas desperdigadas en su callejero, ha ido creciendo en el aire, sumando puentes y redes de carreteras hasta volverse una