La última batalla del sargento Victor Skaar, víctima de Palomares
Según declaró el doctor Wright H. Langham en octubre de 1967 ante expertos de la Comisión de Energía Atómica de EEUU, el hecho de que el accidente se produjera coincidiendo con la festividad de San Antón, patrón de los animales, se interpretó como un “gesto divino” de “protección”. “Ha sido la única población (en la Historia) que ha resultado alcanzada por bombas (nucleares) de cuatro megatones y nadie resultó herido”, dijo el polémico científico.
La aserción de Langham, un personaje ciertamente polémico al saberse que había inyectado material radiactivo a seres humanos para comprobar su reacción -una actitud que le valió el apodo de ‘Doctor